Politica de suma cero 

Murat: Destape anunciado

Alejandro Murat 

Desde hace algunos meses, pese al ruido generado por dos aspirantes: el senador con licencia, EVIEL PÉREZ MAGAÑA y el ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCO) y antes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), GERARDO GUTIÉRREZ CANDIANI, sólo los obtusos se negaban a ver las luces y señales que apuntaban hacia ALEJANDRO MURAT, quien fue ungido ayer como precandidato único del PRI a la gubernatura de Oaxaca. Ni siquiera el cónclave de los “siete priistas distinguidos” en las oficinas del presidente del CEN del PRI, MANLIO FABIO BELTRONES, opacó la estrella ascendente de cachorro.

Los recorridos para demandar equidad de género o para anunciar estar posicionado en las encuestas de MARIANA BENÍREZ y SAMUEL GURRIÓN, respectivamente en los días previos, sólo fueron parte de un escenario circense que se negaba desde un principio a reconocer el peso político de MURAT HINOJOSA. Ambos, al igual que GUTIÉRREZ CANDIANI, continuaron con sus soliloquios, pese a que el “destape” se cocinaba en las altas esferas no sólo de la política sino de los verdaderos barones del dinero de este país, que forman “El Grupo Atlacomulco”.

Trascendió que en la recta final se mantuvieron sólo MURAT y PÉREZ MAGAÑA, GUTIÉRREZ CANDIANI estuvo acotado desde el principio. Salvo unos cuantos despistados que creyeron en su proyecto, en la cúpula priista quedó claro que nunca creció ni en el ánimo ciudadano, mucho menos entre los priistas. Pero además, la misma convocatoria lo inhabilitaba. Resultaba un ardid que el PRI echara mano de un “externo”, habiendo al menos siete priistas, que acudieron a firmar el “pacto de unidad”. Es innegable que la figura de MURAT HINOJOSA creció, no obstante las descalificaciones y los denuestos en torno a la cuestionada residencia y su origen.

Sin embargo, el reto del cachorro no será fácil. En principio, forjar la unidad en torno a un candidato común; resarcir agravios si los hay; enfrentar a una coalición que se apresta a repetir el numerito del 2010, pese a la experiencia tan lamentable que deja en la ciudadanía el gobierno de la alternancia y retomar las riendas de la gobernabilidad, hoy lacerada no sólo por un magisterio acotado, por organizaciones sociales parasitarias, sino por la lucha entre los cárteles de la droga que están llenando la entidad de cadáveres. MURAT tiene por delante una tarea que pocos, muy pocos, saben su magnitud. (JPA)

 

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