Manuel de Jesús y la “Caja de Pandora”
Poco más de cuatro años tardó al frente de la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, PERLA MARISELA WOOLRICH. Fue una de las cuotas que el gobierno de GABINO CUÉ pagó a sus promotores del PAN. Al inicio del régimen de la alternancia, la sociedad oaxaqueña estaba convencida de la enjundia de PERLITA, quien sólo abría la boca para arremeter en contra de los corruptos del pasado. No dejaba títere con cabeza. A poco de hacerse del cargo señaló con nombre y apellido al menos a 32 indiciados del gobierno de ULISES RUIZ, de los que algunos medios locales y nacionales hicieron cera y pabilo. Nombres lanzados como carne a una jauría. La lista la encabezaba el ex titular de la Secretaría de Finanzas, MIGUEL ÁNGEL ORTEGA HABIB, acusado de haber saqueado el erario público con la nada despreciable suma de 1 mil 400 millones de pesos.
Sin embargo, pasó el tiempo y WOOLRICH FERNÁNDEZ no pudo cumplir su amenaza de llevar a prisión o cumplir sanciones resarcitorias con los corruptos del pasado. Aquella “Dama de Hierro” devino poco después una frágil “Abuelita de Latón”. Salvo dos pequeños charales que pisaron la cárcel, uno de ellos GONZALO RUIZ CERÓN, ex titular de la Coordinación de Transporte, que pronto salieron libres, el resto goza de cabal salud. La ex Contralora estuvo entrampada durante mucho tiempo entre ajustar cuentas con el pasado y la corrupción galopante del presente. Guardó silencio en torno al antiguo régimen, pero tampoco pudo acotar las corruptelas del actual gobierno. Los negocios boyantes rebasaron cualquier expectativa de control. El gobierno de la transparencia se transformó poco después en el régimen de la opacidad. Dos áreas han sido clave: SINFRA, en los tiempos de NETZAHUALCÓTL SALVATIERRA y SALUD, con GERMÁN TENORIO al frente.
El arribo de MANUEL DE JESÚS LÓPEZ a la Secretaría de la Contraloría puso a la administración de GABINO CUÉ en otra frecuencia. El ex procurador de Justicia y luego ungido magistrado del Tribunal Superior de Justicia, sin hacer mucho ruido ha ido abriendo la “Caja de Pandora” de la corrupción. El ejecutivo le dio vista para destapar las cañerías pestilentes del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), en donde ha detectado al menos a trescientos “aviadores” y un sinfín de irregularidades, desvío de recursos y peculado. Pero ha ido más allá y tiene en la mira a los organismos de enseñanza media superior, como el IEBO, el CECYTE y el COBAO, en donde se anticipan sorpresas. (JPA)