Los demonios se soltaron

La sola mención de ir a fondo en contra de los “aviadores” y “comisionados” que se chupan el presupuesto de la Secretaría de Salud, por parte del nuevo titular JUAN DÍAZ PIMENTEL, despertó de su letargo acomodaticio a la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SNTSSA), que dirige en el enfermero MARIO FÉLIX PACHECO. Obvio: se iba a destapar la cloaca de toda la parentela, incluyendo quelites, alfiles y otros que no trabajan pero cobran. Es decir, el atentar en contra de dichos intereses iba a deteriorar la línea de flotación del podrido sindicato de Salud, que resulta ser peor que el Cártel-22.

Marchas y manifestaciones a diario; suspensión de la consulta externa en el Hospital Civil “Aurelio  Valdivieso”; el cierre de hospitales de especialidades a donde acuden enfermos con males crónico-degenerativos y otras linduras, son los coletazos de la cerrazón de FÉLIX PACHECO y secuaces. Ahora abanderan no las causas de sus agremiados –como manda la lógica elemental- sino de todos aquellos que fueron contratados fuera de norma y sin el techo financiero que solvente la nómina. Que faltó tacto para negociar. Es cierto. Que el nuevo titular, DÍAZ PIMENTEL llegó con la espada desenvainada, también es cierto. Pero la realidad es irrebatible: hay miles de trabajadores cuyo pago no puede solventar el magro presupuesto estatal, dado que las anomalías e irregularidades vienen de atrás.

Por otra parte, la lectura que da a la sociedad la postura terca y obstinada del dirigente del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (STEUAJO), FERNANDO LÓPEZ CRUZ, es que busca otra cosa y no precisamente las demandas que cada año exige su gremio. Es decir, está sirviendo a intereses políticos del momento electoral, cuyo desenlace ya está a la vuelta de la esquina. La UABJO está al borde de la quiebra. Aun así insiste en pedir el oro y el moro. Chuparse lo más que se pueda, pues es el primero en la lista de peticionarios. En unos días más llegará el pliego de peticiones del STAUO –en sus varias ramificaciones-, luego SUMA, SECUAJO o SUA, y sus dirigentes, sobre todo del último, SILVIANO CABRERA GÓMEZ, buscará no dejar títere con cabeza. Aferrados a seguir como parásitos que sólo chupan la nómina, no se han percatado –o al menos fingen- de la precaria situación de nuestra antes reconocida Alma Mater, hoy, desgraciadamente, devenida un estercolero. (JPA)