“Lobos con piel de oveja o diablos con sotana”
Alguien calificó así a ciertos curas que han influido en sus respectivas parroquias, para alentar la violencia y la sedición. Todo mundo recuerda al párroco de la iglesia de “Los Siete Príncipes”, recibiendo a los incendiarios del 2006 o algunos curas que desde la Sierra Sur, como el padre ROMUALDO WILFRIDO FRANCISCO MAYRÉN PELÁEZ, se convirtieron prácticamente en guerrilleros y, pese a la doble vida que llevan, no dejan de estar “picando en las conciencias” de sus feligreses, en contra del “gobierno opresor”. En la misma tesitura y a tiempo se denunció al cura que laboraba como párroco de San Pedro Apóstol, Ocotlán, señalado de ser uno de los instigadores de la violencia en contra de la minera que se instaló en San José del Progreso, conflicto que en sus inicios dejó varios muertos.
Lo anterior viene a cuento pues luego del mortal desalojo de maestros y grupos afines que mantenían el bloqueo en la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan, a la altura de Asunción Nochixtlán, el pasado 19 de junio, en donde hubo nueve muertos, al menos seis por arma de fuego, trascendió que una de las cosas que calentó los ánimos, fue el repique de campanas. Con los peritajes que ha dispuesto la Secretaría de Gobernación, que son el as en la manga del titular, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG y de las denuncias de los regidores del cabildo que preside DANIEL ALBERTO CUEVAS, de que hubo civiles que dispararon a la policía, resultan por demás sospechosas las medidas cautelares que solicitó el párroco de dicha población, ADRIÁN DE LA CRUZ HERNÁNDEZ y su cuerpo pastoral.
En efecto, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), que preside ARTURO PEIMBERT CALVO, de inmediato abrió un cuaderno de antecedentes, con el número DDHPO/CA/ 662/(15)/OAX/2016, en el que valida el dicho del sacerdote, pues afirma que “el presbítero y defensor de derechos humanos manifestó al personal de la institución autónoma que, debido a lo ocurrido el 19 de junio en Asunción Nochixtlán, brindó atención, asistencia y protección a las personas que resultaron lesionadas o afectadas”, pero nada del repique de campanas.
Lo que buscan el párroco DE LA CRUZ HERNÁNDEZ y su cuerpo pastoral es blindarse para que la Fiscalía General del Estado, no promueva acciones que “causen actos de molestia en contra de estas personas, sus familias, domicilio o propiedades, y también para que se evite cualquier acto de represalia debido a la actividad de ayuda que brindaron a la población por lo ocurrido el 19 de junio en dicha comunidad”. ¿Cómo la ven? (JPA)