Coordenada 21 

La revista espulguero en su número especial dedicado a la educación

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El Espulguero,  (4) 2016, en su número especial dedicado a la educación, se suma de manera destacada al esfuerzo que diversos sectores de la sociedad hacen para comprender lo que hoy sucede en Oaxaca y sin duda, para contribuir a solucionar el conflicto en el que derivó la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto. La coordinación editorial estuvo a cargo de Araceli Mancilla, bajo la dirección del Mtro. Francisco Toledo y de Guillermo Santos,

Lo anterior sería argumento suficiente para recomendar de una lectura atenta de este número del Espulguero, sino fuera por la cuidadosa selección de su contenido.

Algunas de las virtudes de los escritos son su brevedad y claridad de estilo; además de que en cada uno de ellos se presenta algún aspecto importante de la reforma educativa y la respuesta social que ha provocado su aplicación. Por otra parte, todos los artículos fueron escritos por personas que conocen con sobrada solvencia profesional los asuntos sobre los que reflexionan.

Así, Carlos Javier Sorroza Polo abre el concierto de la reflexión con su texto Comentarios sobre el artículo de Gilberto Guevara Niebla, publicado en la revista Nexos de agosto de 2016, en el que señala las carencias, omisiones e interpretaciones equivocadas sobre la reforma educativa que tiene dicho autor y afirma que, al contrario de lo que opina Guevara Niebla, no estamos ante fetiches que se oponen a la reforma educativa, sino ante un movimiento social que cuestiona la dominación del Estado mexicano.

Por su parte, Rigoberto León Monterrubio en su trabajo sobre el PTEO, la ley de educación para el estado libre y soberano de Oaxaca y la reforma educativa, presenta un análisis comparativo entre la ley estatal de educación y el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca(PTEO), pero informa también que tanto la reforma educativa como el PTEO, están vacíos de contenido pedagógico.

León Monterrubio formula una pregunta que en su aparente inocencia encierra la necesidad de una profunda reflexión: ¿fue el PTEO un proyecto formulado por el acuerdo del IEEPO y la Sección XXII del SNTE? El análisis de las implicaciones de las opciones de respuesta a esa pregunta, nos llevarán a construir escenarios analíticos muy interesantes de la relación entre el gobierno del estado y la Sección XXII.

No adelantaré las conclusiones finales de este autor, deberán leerlo con atención y llegarán, como en una buena novela de suspenso, a un final inesperado.

Concepción Núñez Miranda contribuye a la sinfonía crítica con su trabajo sobre Actores de la educación en Oaxaca y la reforma educativa. La autora, experta en formación docente, comienza con varios señalamientos: los procesos educativos no dependen sólo de los docentes y los estudiantes, incluyen dimensiones sociales y culturales diversas; además, el movimiento sindical de los docentes necesita imaginar formas de manifestar su inconformidad de modo que sumen al resto de la ciudadanía, no que la resten.

Estos señalamientos le darán elementos a la autora para formular una propuesta interesante: mostrar el saber pedagógico de los docentes como la sustancia de una propuesta de educación alternativa. Para sustentar la posibilidad de lo anterior, reseña con brevedad y suficiencia, la importancia de la labor hecha por la Universidad Pedagógica Nacional, que ella conoce bien, y destaca el papel que pueden jugar las instituciones de educación superior para acompañar, documentar y sistematizar la experiencia de los docentes oaxaqueños.

Isidoro Yescas Martínez, basándose en su amplio conocimiento de la historia del movimiento de los trabajadores de la educación en Oaxaca, presenta en su trabajo Una disidencia magisterial fortalecida desde el gobierno, lo que llamaría una cronología analítica del desarrollo de movimiento sindical de los docentes en Oaxaca. Destaca en su texto el proceso de fortalecimiento del proyecto sindical en detrimento del proyecto educativo. Señala también cómo el control de áreas importantes del IEEPO, fortaleció el control de la dirigencia sindical sobre sus bases, misma que aplicó a modo los principios rectores asi como los premios y castigos como recursos para acrecentar la obediencia de sus agremiados.

Isidoro Yescas destaca el punto de quiebre que significó el intento de boicot de las elecciones federales del 2015 y casi inmediatamente después, la creación del Nuevo IEEPO, éste último, como un intento de descolonización de esa institución y por otra parte cómo la detención de los dirigentes sindicales Rubén Núñez y Francisco Villalobos, reactivaron el conflicto.

Héctor Pineda Santiago en su trabajo, La CNTE, los maestros de Oaxaca y la resistencia desde una propuesta educativa alterna, comienza por lanzar una idea provocadora: romper con la cultura del silencio.

Esta noción lo lleva a describir cómo la cultura dominante comienza por desvalorizar y degradar al docente, para después imponerle el silencio y agrego, tal vez la invisibilidad. De esta manera se somete a los docentes a la condición de meros técnicos silenciosos encargados de mediar en la aplicación del currículum, pero sin ninguna posibilidad de modificarlo y afectar con ello los intereses de las clases dominantes.

Pineda Santiago sostiene que el PTEO posibilita la ruptura de la cultura del silencio desde la configuración de una propuesta de educación alternativa,  a la vez que se constituye como una brecha de esperanza, resistencia y lucha.

Por su parte, Samael Hernández, en su artículo sobre Conflicto y confusión: la reforma educativa en México,  señala que la causa de la resistencia a la reforma educativa fue la afectación que sufrieron tanto la dirigencia de la CNTE, como la del SNTE en sus mecanismos de control. Por otra parte, la crítica de la reforma también se dio en el ámbito académico que le dio en parte fundamento pedagógico a la resistencia de los docentes ante la evaluación del Estado.

El autor destaca los errores en el diseño e instrumentación de la reforma educativa y resalta el hecho de que ciertas pre condiciones que le hubieran dado viabilidad no fueron consideradas. Finalmente, señala que algo que dificulta la comunicación para crear consensos y superar el conflicto, son las confusiones que introducen los defensores de la reforma al manejar algunos conceptos de manera vaga y ambigua.

Carlos Sorroza cierra, al igual que inició, este concierto de reflexión crítica con un trabajo sobre ¿Cómo encausar el conflicto educativo?

Comienza señalando que el actual conflicto derivado de la aplicación de la reforma educativa está destrozando aspectos de la vida social, económica y política del Sur de México.

Los actores del conflicto parecen incapaces de ofrecer soluciones. Cerrados en sus propias esferas de complacencia, se muestran aislados y reacios a iniciar un diálogo constructivo. Hace falta, de entrada, buena voluntad.

Pero también hace falta aprovechar las oportunidades que el propio conflicto ofrece, como la propuesta de la SEP de discutir el nuevo formato de evaluación y el nuevo modelo educativo; sólo que hacerlo desde las limitadas posibilidades de los foros de consulta, no ayudaría mucho.

Hace falta, nos dice Carlos Sorroza, aprovechar las oportunidades que brinda el propio conflicto para hacer “emerger” al sujeto colectivo. Esta emergencia depende de nuestra capacidad de desarrollar procesos de comunicación efectivos como los talleres de prospectiva y los consejos innovadores, por ejemplo; pero ante todo de nuestra capacidad para llevar al gobierno federal a reiniciar la reforma educativa.

Quisiera terminar mi breve descripción de esta polifonía de propuestas, retomando con lo que al principio de este número del Espulguero se dice de las reflexiones de Paul Valéry que me parece dramáticas por su verdad poética, pero sobre todo por su presencia indiscutible en nuestra realidad actual :

“Los niños preguntan: ¿Por qué? – Entonces se les manda a la escuela, que los cura de ese instinto y vence a la curiosidad con el tedio.”

Contra esas escuelas no sólo es necesaria la resistencia, sino su destrucción creativa. Esa podría ser la síntesis de esta sinfonía de voces del Espulguero, en su reclamo de una verdadera reforma educativa.

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