La 4T y el Síndrome de Hybris
“No se trata de hablar, sino de gobernar”
Séneca, Cartas, 108, p. 189)
RAÚL NATHÁN PÉREZ
1).- El “nuevo humanismo mexicano”
Sobre la manifestación de la Generación Z del 15 de noviembre; la represión policíaca; el sicario “bloque negro”, sus resabios de violencia e impunidad y la infame consignación ante el MP de jóvenes que protestaron, se ha escrito y opinado mucho. No se trata de repetir la misma narrativa. No. Pero, hay mensajes preocupantes de la presidenta Claudia Sheinbaum que ubican a México en el eje de la intolerancia, la soberbia y la falsedad. Los antiguos griegos acuñaron el término hybris para calificar el acto mediante el cual, un personaje investido de poder e hinchado de orgullo y confianza en sí mismo, trata a los demás con insolencia y desprecio.
El Síndrome de hybris ha estado presente a lo largo de la historia. Es la locura, la irreflexión y la estupidez que incuba el poder. Uno de los estudiosos, David Owen, afirma que es común en aquellos gobernantes proclives “al autoengaño y a evaluar una situación en términos e ideas preconcebidas, mientras ignora o rechaza la realidad”. (En el poder y en la enfermedad, Siruela, Madrid, 2011). Cuando se pierde el sentido de la realidad dice Bertrand Russell, se da paso a cierto género de locura: “la embriaguez de poder”. El sofocante discurso presidencial del pasado 20 de noviembre, retrata la existencia de otro México, no del que vivimos. Casi la Utopía de Thomas More o la distopía de Un mundo feliz de Aldous Huxley.
2).- El dogma aplasta el pensamiento
Y recurro a los clásicos otra vez. En el tomo II de Las Guerras Púnicas, dice Polibio que “cualquier tirano considera que sus enemigos más enconados son los defensores de la libertad”. Y Cornelio Tácito en sus Historias: “y es que el poder nunca se siente bastante seguro cuando es excesivo”. Lejos de atenuar esa atmósfera de intolerancia e impunidad; de abrir los espacios de diálogo -no de sumisión o clientelismo- la presidenta Sheinbaum ha descalificado y deslegitimado a ese segmento de la población que atisba un futuro amenazante: los jóvenes. Que observa, desde el régimen de López Obrador, un país bajo el yugo criminal.
En ese mundo ideal que retrata, omite la connivencia de la política con el crimen y la conversión de nuestra República en un narco-Estado. Igual que su antecesor, todos conspiran contra la transformación. Son los conservadores, los fans del intervencionismo de EU, la ultra derecha, el “compló” maquinado desde el extranjero. Todos son culpables, menos la delincuencia organizada a quien parece tratarse con demasiada benevolencia. Como dice H. M. Enzensberger: “la culpa jamás la tiene el criminal sino su entorno”.
3).- Amnesia recurrente
Cualquier brote de inconformidad es deslegitimado. En el pasado, la izquierda reclamaba el derecho a la libre manifestación; hoy la descalifica. Así irrumpió en la vida política: marchas, caravanas, bloqueos. Amenaza de incendiar pozos petroleros; capitalizando cualquier inconformidad social y en las protestas de la UNAM. Ahí, se hizo Sheinbaum. En 1986 formó parte del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) que paralizó a la UNAM por el tema de las inscripciones. En el mismo barco estaban: Jesús Ramírez Cuevas –hoy flamante Coordinador de Asesores-; Martí Batres -titular del ISSSTE-; Edgar Amador -Secretario de Hacienda-. Además, claro, de Carlos Imaz -ex cónyuge- e Imanol Ordorica. (El Universal, 18-01-2025).
¿Y dónde se reunían? En el Auditorio “Ché Guevara” de la Facultad de Filosofía y Letras, la cueva del “bloque negro” desde ese entonces. Ni tan ajenos, pues. Los conocen; saben cómo actúan. El activista piensa como tal no como estadista. Por eso hoy CSP se dirige en sus discursos no al pueblo que tiene en los labios, sino a sus seguidores y fanáticos. Opera como dirigente de partido no como presidenta. Para ella hay austeridad, pero no corrupción, ni privilegios, ni violencia. Ésta la alientan los adversarios no los criminales. Jamás ha llamado a la unidad, a la reconciliación nacional. Su lenguaje corporal exhibe indignación y repudio a la sociedad civil. Más aún: una sumisión absoluta al tinglado político-criminal de su antecesor.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— Como lo dijimos: Noé Jara se fue del ayuntamiento capitalino… pero se fue quedando. Ahí sigue. ¡Vaya forma tan burda de burlarse de la ciudadanía!
— Chutarse 556.5 millones de pesos en menos de 9 meses, por parte de la JUCOPO en la LX Legislatura, parece poca cosa para los que pregonan austeridad republicana. Un boquete financiero que le dejaron a la diputada Tania Caballero, nueva titular.
Consulte nuestra página: www.oaxpress.info y www.facebook.com/oaxpress.oficial X: @nathanoax

