Inseguridad preocupante
POLÍTICA DE SUMA CERO
El crimen del doctor GERARDO ACEVEDO CABRERA será de aquí para adelante, más que un desafío para el gobierno de ALEJANDRO MURAT, un acicate desde el cual se puede ir al despeñadero de la desconfianza, el rechazo social y el escarnio público. No es un asunto menor si se parte de la premisa de que el sector médico ha sido desde siempre, un factor de protesta e inconformidad. El reconocido oftalmólogo, hijo de una familia ampliamente conocida en la capital, desapareció desde el pasado 17 de octubre. Pocos días después su camioneta fue encontrada en un paraje de la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan, se dice que cerca de donde fue hallado su cadáver –el kilómetro 107 de la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan- luego de intensa búsqueda, el sábado 27 por la mañana.
Este crimen se inscribe en un ambiente de inseguridad y crimen, pero también de impunidad y soslayo gubernamental. Y es que el gobernador MURAT HINOJOSA insiste una y otra vez en que Oaxaca es un estado seguro, cuando los hechos dicen otra cosa. Esta situación conlleva a dos hipótesis: o le pasan mal la información o simplemente le vale sorbete lo que le pase a la ciudadanía. Está por demás decir que la Secretaría de Seguridad Pública y su titular, JOSÉ RAYMUNDO TUÑÓN, han demostrado incapacidad, torpeza y hasta una presunta complicidad, en torno al preocupante clima de inseguridad. Cada ejecutado que aparece en cualquiera de las regiones del estado, conlleva a que los responsables simplemente escondan la cabeza. La pregunta es ¿por qué?
La estadística criminal ha rebasado cualquier expectativa. Sólo en lo que va de 2018 los homicidios dolosos y ejecuciones se cuentan por cientos. Pero tal parece que aquí no pasa nada. Oaxaca va viento en popa. El día en que fue encontrado el cadáver del doctor ACEVEDO, hubo al menos tres ejecuciones en Tuxtepec, Pinotepa y Pochutla. Pero –insistimos- aquí no pasa nada. Lo peor de todo es que dicho clima viene con un detestable ambiente de impunidad. Se dice por ejemplo que la Fiscalía General del Estado, no obstante la insistencia del titular, RUBÉN VASCONCELOS, no cuenta con los recursos necesarios para hacer su trabajo.
Hace falta coordinación, pues mientras VASCONCELOS MÉNDEZ sugiere tal o cual acción para determinado rubro, de inmediato salta a la palestra su principal detractor: el Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, JOSÉ MANUEL VERA SALINAS. Bajo estas circunstancias, el primero ha tenido que recurrir al apoyo de la Policía Federal, el CISEN y el mismo Ejército Mexicano. Aquí lo batean. (JPA)