El infierno magisterial apenas empieza

Empecinada en lograr la entrega de los recursos para la reconstrucción de escuelas dañadas por los sismos; en su sobada demanda de recuperar el IEEPO, ahora encubierta en la famosa “bilateralidad”, el Cártel 22 y sus personeros, ELOY LÓPEZ HERNÁNDEZ, GENARO MARTÍNEZ MORALES, WILBERT SANTIAGO VALDIVIESO, IRÁN SANTIAGO MANUEL y otros, inician hoy una nueva escalada en contra del pueblo oaxaqueño. Desde el pasado sábado se hicieron llamados a los mentores de los Valles Centrales, para participar “de manera masiva en la jornada de lucha emergente”, los días 9, 10 y 11 de noviembre, empezando el jueves 9, a las 7 de la mañana.

En los once meses que lleva la administración del gobernador ALEJANDRO MURAT, hemos criticado severamente la excesiva tolerancia que se ha tenido con el Cártel-22 y sus corifeos. Desde el inicio se dio una mesa de diálogo en la que el ejecutivo estatal se comprometió prácticamente a presidir todas las reuniones. Lo grave es que ninguno de los asesores de MURAT HINOJOSA, que se sepa, es ducho en las tareas de enfrentar al magisterio ni conoce tampoco las entrañas de este monstruo de complicidades, falso radicalismo y fanatismo maoísta. En diciembre de 2016, a escasos días de haber tomado posesión, se dio la primera reunión con los capos del Cártel, encabezados entonces por RUBÉN NÚÑEZ GINÉZ y FRANCISCO VILLALOBOS RICÁRDEZ. En el imaginario colectivo, fue una muestra de debilidad del gobierno recién estrenado.

Fue en estas circustancias cuando se le dio entrada a la demanda de la famosa “bilateralidad”, tema que desde el momento en que la Secretaría de Educación Pública (SEP) tomó el control de todo lo que competa a educación, estaba fuera de discusión o demanda. La Sección 22 ha querido mantener la postura de antaño: beneficiarse de los acuerdos nacional que logra el SNTE y presionar a nivel local para obtener prebendas a través del chantaje y su manida fórmula de movilización-negociación-movilización. Esto ya no es posible. Y el gobierno de MURAT HINOJOSA debe ponerlo en la mesa. Pero tal parece que es el miedo y la debilidad lo que sigue estando presente para negociar.

Se anticipa pues un infierno de presiones, bloqueos, atropellos a los derechos civiles, ante la debilidad y temor del gobierno. La ciudadanía ya no tolera más abusos y amenazas a los derechos civiles. De no tomarse las providencias, no hay duda que esto se puede prolongar por meses, haciendo en caldo de cultivo para una jornada electoral adversa al partido en el poder. (JPA)