Istmo 

Indigentes entre la soledad y la tristeza

SALINA CRUZ. Aunque se desconoce la estadística real de cuántas personas vive en situación de calle, la cifra va en aumento en el municipio y de acuerdo con instancias gubernamentales se debe a factores como la desintegración familiar.

En el Puerto, las importantes calles céntricas, así como los parques públicos, se han convertido en zonas seguras para las personas alcohólicas, enfermos de sus facultades mentales o indigentes para habitarlas o ser su refugio permanente.

La calle Mazatlán y la avenida Puerto Ángel en los límites del barrio Santa Rosa y la colonia Centro, habitan en un perímetro de seis cuadras más de 30 indigentes quienes conviven diariamente con el alcohol como su compañero fiel.

Tirados en banquetas, cerca de comercios, tortillerías y la cuneta pluvial, se pude apreciar a este grupo que duerme en el sueño de los justos, sin imaginar que puede ser su última noche.

Al consultar fuentes del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia, informó no hay una cifra precisa que indique cuántas personas verdaderamente viven en las calles o tienen familia.

En los años 2015 y 2016, se atendieron más de 20 casos de personas enfermas de sus facultades mentales que radican en algunos municipios del Istmo o incluso de otros estados del país y que terminan en el municipio por situaciones que desconocen por completo.

“Nosotros lanzamos la alerta a diversas dependencias para saber si no tiene algún familiar esta persona que ambula en las calles para que vengan a traerlo y en caso de no haberlo se canaliza a un centro de atención en la capital del estado”, indicó la responsable del DIF.

Viven en las calles.

Sin saber su nombre real de cada uno de los indigentes y solo se les conoce por su sobrenombre, muchos entre la alucinación por el agua ardiente, explican que tuvieron familia, empleo, casa, pero que desgraciadamente por el vicio lo perdieron todo.

Hoy su única familia que la rodea son sus amigos y un pequeño recipiente con mezcal que cura sus penas y alivia sus dolores.

La cruda moral para muchas personas en situación de calle es dura, pues tienen que pedir dinero para un taco como ellos le llaman o para seguir la farra.

Hinchados por estar trasnochados en noches de soledad y otros más por tanto consumir mezcal de tercera, así sobreviven estas personas en su andar diario por las calles de Salina Cruz.

Presos de su tristeza y frustración, diariamente conviven y muchos no vuelven a ver la luz del día al morir de alguna complicación por el consumo excesivo de alcohol.

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