“Ganarse el pan de cada día es difícil” industriales

SALINA CRUZ. Para muchos es un sustento de vida, pero para otros es un oficio que se abraza con el corazón tal y como lo narran los maestros panaderos de Salina Cruz.
En el municipio se tiene un registro de 35 panaderos quienes han formado su empresa como modo de sustento familiar en este noble oficio que día a día van innovando para no quedarse atrás.
Desde cuernitos, teleras, trenzas, pambazo, banderita, así como pizzas, pasteles y toda una variedad de productos elaboran para endulzar la vida de muchos porteños.
Para algunos maestros tienen que dar a conocer su pan a través de los altoparlantes que colocan en sus unidades de motor y salen a las colonias, barrios y agencias.
Para otros que ya tienen más experiencia, solo esperan por la tarde-noche para que sus clientes uno a uno comiencen a llegar para adquirir sus panes que se venden entre los 2.50 a 3.00 pesos.
La industria del pan se ha mantenido por generaciones y se ha heredado de abuelos a hijos y de padres a nietos.
Don Juan Luis es un panadero que lleva más de 20 años en este oficio el cual comenzó desde niño cuando su papá y abuelo lo elaboraban en su hogar y que después lo adquirió como un empleo que hasta el día de hoy ha permitido sacar adelante a sus hijos para llegar a ser profesionistas.
“No todos nuestros hijos heredan este noble oficio, muchos al ver lo duro que es levantarse a las 5 de la mañana para preparar la masa, calentar el horno y preparar el pan, optan por estudiar y dedicarse a otra cosa”, expresó.
Dijo que el pan por ser muy caliente para su elaboración, si la persona no se cuida, puede sufrir a la larga deformación de los huesos, reumas, dolor de articulaciones o hasta parálisis porque muchos optan por bañarse y eso es muy peligros.
Puntualizó diciendo que habrá pan para rato, aunque las grandes empresas trasnacionales han tratado de copiar los panes que ellos elaboran, pero que nunca podrán igualar el sabor.
