Franco Vargas y la alharaca priista

Resulta infantil la alharaca que realizaron en las redes sociales, algunos gatilleros a sueldo del PRI, al señalar que JORGE FRANCO VARGAS estaba ya como operador político en las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y aún, como suplente al Senado de SALOMÓN JARA CRUZ. Cuando la campañita “muy bien orquestada” arreció, la dirigente estatal de MORENA, NANCY ORTIZ CABRERA, se apresuró a desmentir la especie con argumentos un tanto ociosos, como el hecho de que en su partido los acontecimientos del 2006 son un libro abierto y que aún se espera justicia. Por tanto, “su partido no aceptará a represores”.

Aceptando sin conceder que el ex operador político de ULISES RUIZ y luego de otros, haya ingresado a las filas de MORENA o de cualquier otro partido, PRD o PAN, por ejemplo, debe tener sin cuidado a los operadores priistas, habida cuenta de que –se sepa- tiene algunos años que FRANCO VARGAS no opera para el tricolor o si lo hizo fue de manera subrepticia. Es, suponemos, un ciudadano libre para incursionar u “operar” para el partido que le plazca con absoluta libertad. Presumimos que tampoco tiene un certificado de exclusividad al interior de un partido, que también se sabe, lo ha excluido de manera torpe.

Desde la salida de FRANCO VARGAS de la Secretaría General de Gobierno, en 2006, prácticamente rompió con ULISES RUIZ y se convirtió en su peor detractor. Fuentes confiables lo ubicaron en la campaña de GABINO CUÉ, con quien también rompió posteriormente, gracias a los malos oficios del Virrey, JORGE CASTILLO. Hay datos que confirman que participó en la campaña por la presidencia municipal de la capital, con JAVIER VILLACAÑA. Sin embargo, su trabajo político ha sido prácticamente fuera de las esferas del PRI.

Lo cierto es que a FRANCO VARGAS se le reconoce como operador político. Es hábil en el manejo de los temas electorales y de experiencia bien aprendida en los tiempos de ULISES RUIZ, quien fuera –todo mundo lo sabe- un soterrado mapache electoral. Es posible que el ruido que se le ha hecho a su presunta incorporación a las filas de MORENA sea por ello. El tricolor tiene en los operadores electorales su Talón de Aquiles, salvo ALEJANDRO AVILÉS, que sigue actuando de manera excluyente y tendenciosa. A excepción de quien en verdad mueve las piezas desde la Ciudad de México en el tema de elecciones y designaciones, el PRI –insistimos- tiene en la operación político-electoral, una evidente debilidad. (JPA)