Fraguas contra “la doble fila”
[Foto: Blanca HERNANDEZ]
Para nadie es un secreto que la vialidad en la capital oaxaqueñas es caótica, justamente porque nadie respeta las reglas. Es más, del Reglamento de Tránsito nadie habla. Porque si existe, nadie lo conoce. El caos vial en ciertos cruceros se exacerba por la impunidad con la que se conduce el transporte urbano, más complejo con los miles de taxis foráneos que entran y salen de la ciudad, sin paraderos habilitados ex professo. Por ello, llama la atención la puesta en marcha del programa “Cero tolerancia a la doble fila”, que acaba de iniciar el ayuntamiento capitalino que preside JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ FRAGUAS.
El problema de la doble fila es recurrente y nadie hace caso. En pleno Centro Histórico, es un vicio arraigado y permanente. Es necesario imponer sanciones administrativas y correctivos enérgicos. Empero, prevalece el mismo factor de siempre. ¿En dónde puede estacionarse el automovilista, ante la carencia de estacionamientos públicos o la existencia de otros, en donde cada quien cobra lo que le viene en gana? El Cabildo que preside HERNÁNDEZ FRAGUAS debe verificar una serie de anomalías que persisten en el servicio de estacionamientos. Además, sancionar con multas u otras penas, a quienes apartan lugares en la vía pública.
Un recorrido por el primer cuadro de la ciudad revelará una realidad que muchos se empeñan en ocultar. Hoteles, restaurantes y otros negocios, ponen desde letreros de exclusividad hasta pintas en el pavimento, en donde se prohíbe estacionarse pues, se dice, es lugar para “ascenso y descenso de pasajeros” o turistas. Los propietarios de dichos negocios prácticamente se adueñan de la vía pública y del arroyo vehicular. En los alrededores de los mercados, la situación se exacerba. Se apartan lugares con cajas, huacales, cubetas y otros, para delimitar los espacios en donde sólo se pueden estacionar los propietarios o sus empleados.
En asentamientos urbanos densamente poblados como la Colonia Reforma, existen residencias o casas particulares, que utilizan hasta media cuadra para sus estacionamientos, dado que son a veces hasta tres portones los que tienen acceso para vehículos. Ello no ocurriría si por cada entrada “exclusiva” se pagara un impuesto. Ojalá pues que la iniciativa de HERNÁNDEZ FRAGUAS conlleve un proyecto de regularización y racionalización de los espacios urbanos. Es correcto eliminar la “doble fila”, pero también hay que abordar otros rubros y vicios en los que poco se repara. (JPA)