Politica de suma cero 

Flavio Sosa, el incendiario de Jalpan

Desde el miércoles 15 de marzo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, emitió sentencia a favor de MARIANO MARTÍNEZ MENDOZA, como presidente municipal de San Raymundo Jalpan. Desconoció, por tanto, a OLEGARIO LUIS BENÍTEZ. Sin embargo, empecinado y mal asesorado por ese ajonjolí de todos los moles e incendiario, conocido como “El Demonio de Tasmania”, FLAVIO SOSA VILLAVICENCIO, LUIS BENÍTEZ y seguidores, emprendieron acciones temerarias, como cerrar ese mismo día los accesos al Congreso del Estado y, el pasado domingo, cual viejos agraristas, repartir presuntamente el estacionamiento del edificio legislativo, utilizado por diputados (as), personal directivo y operativo, como estacionamiento.

La injerencia nociva de partidos políticos, organizaciones sociales y dirigentes sediciosos como SOSA VILLAVICENCIO, han dado al traste con las elecciones en municipios que se rigen por el sistema de usos y costumbres, hoy llamados “sistemas normativos internos”. Ayer, en una asamblea realizada a modo, OLEGARIO LUIS insistió en que él es el presidente legítimo, en franco desacato a la sentencia del máximo tribunal en materia electoral del país. Y en efecto, quien le sigue dando cuerda es el ya citado “Demonio de Tasmania”, acostumbrado a manipular incautos, como lo está haciendo en Santa María del Mar o enconando a comunidades como San Sebastián Nopalera y Zimatlán de Lázaro Cárdenas u otras poblaciones de la Sierra Sur.

El único interés que puede mover a SOSA es el económico, el oportunismo político y el avieso propósito de agitar las aguas de la ingobernabilidad. Por ello, sorprende que en las mesas de diálogo a que convoca el Secretario General de Gobierno, ALEJANDRO AVILÉS, el incendiario del 2006 se aparece como por arte de magia. Con su don de ubicuidad, lo mismo apareció agazapado en el mitin de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, el sábado 18 de marzo, que al día siguiente en inmediaciones de la Cámara de Diputados y ayer, en San Raymundo Jalpan, a donde “acudió” –se dice- en auxilio de su protegido, OLEGARIO LUIS.

Con justificada razón el presidente electo, MARIANO MARTÍNEZ, ha solicitado al gobierno de ALEJANDRO MURAT, el desalojo del palacio municipal de dicha comunidad. Sin embargo, nada hay peor como unos cuantos vecinos (as) temerarios (as), que podrían desafiar a las fuerzas policiales, generando un conato de violencia o disturbios, tal como los ocurridos hace poco más de un mes. A quien hay que llamar a cuentas es al “Demonio de Tasmania”, que es el incendiario e instigador. (JPA)

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