Falsos redentores y otras especies
DE PARADOJAS Y UTOPÍAS
RAÚL NATHÁN PÉREZ
1).- Una especie maligna
Nuestra riqueza multiétnica, pluricultural y diversidad lingüística; esa identidad originaria de nuestra grandeza indígena; con todo ese legado que nos ha entregado, ha sido, lamentablemente, el caldo de cultivo de vivales, falsos redentores sociales e instigadores. Ahí abrevan a diario para asumirse defensores de la cultura y el territorio. De los proyectos comunitarios o el rechazo a éstos. Con refinada perversidad detectan liderazgos para manipularlos. Y bajo la premisa de presionar por arriba y negociar por debajo; de golpear con la izquierda y recibir sobornos con la derecha, han hecho cotos de poder. Así han crecido los anti-eólicos, anti-minas, anti-Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). O los que enconan a las comunidades en conflictos agrarios. Se alimentan de la sangre derramada. ¿Buscan devolverles su territorio, sus recursos, su autonomía? Falso. Sólo buscan su conveniencia.
2).- La mano negra en conflictos
Luego de la entrega de una obra para el suministro de agua potable a San Pedro y San Pablo Ayutla y beneficiar a cerca de 3 mil familias, se soltaron los demonios. El viejo anhelo de la comunidad mixe, motivo de conflicto y enfrentamientos con su vecina, Tamazulapan del Espíritu Santo, en la guerra por el agua, se ha cumplido. Pero no. Quienes viven de administrar el conflicto echaron de su ronco pecho, manipulados se dice, por el titular del INPI, Adelfo Regino y su operadora, Yasnaya Aguilar. Pretendieron desacreditar la obra que, para hacer justicia a la primera comunidad, emprendió el gobierno estatal. Las dudas se aclararon. Pero la grilla siguió. Un factor clave de esos falsos redentores sociales es la victimización. Inmolarse mediáticamente. Acudir a organismos internacionales sesgados. Asumirse depositarios del dolor indígena, pero nada dicen del rencor que han promovido y que ha minado la unidad étnica y salpicado la tierra sagrada con sangre de hermanos.
3).- Todo hiede a política
La zona triqui y el distrito de Juxtlahuaca, huelen a sangre, venganza, rencor interminable. Niños (as), jóvenes, ancianos (as) no importa. Se mata parejo. Secuestros, emboscadas, vendettas. Son algo cotidiano. Caso inédito de exterminio interétnico, azuzado, precisamente, por agentes foráneos. El Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), curiosamente creado por quien no era indígena: Heriberto Pazos Ortiz, ha sufrido bajas. Al menos el desaparecido Rufino Merino Zaragoza había mantenido la paz. Pero llegó Rogelio Pensamientos Mesinas, maestro de un historial radical y violento. Antes dirigió el disidente MULT-I. Su propósito sería descabezar al resto de grupos que se disputan la supremacía, en especial a la UBISORT y a su adversario, Fabián Pereda, a) El Calaco. Rogelio busca posicionarse en 2021. ¿O cómo se explica que la marcha del MULT, del pasado 5 de diciembre, fuera encabezada por Francisco Martínez Neri y Gervasio García, dueño del FALP, ambos cabezas de grupos radicales que buscan ventaja política?
4).- Flavio y Loxicha
Dicen que en Oaxaca no hay mejor negocio que crear un membrete y placearse, bloqueando carreteras, calles y oficinas. Será la carta de presentación. Y de ahí, a mamar chulo del gobierno –como decía nuestro inolvidable Chicho Reyes-. Ahí están membretes como “Sol Rojo”, “Lubixha”, “Comuna, A.C., et al., que no representan nada, pero son ejes de chantaje y manipulación. Más de 350 organizaciones, verdaderos parásitos, que lo menos que piden es negociar directamente con el gobernador. Ya ni siquiera con el Secretario General de Gobierno, Francisco García López., “Paco Piza”. Y siempre a la búsqueda de víctimas. Éstas son materia prima para la negociación. Sólo hay que ver al Frente Popular Revolucionario (FPR). El asesinato de Tomás Martínez Pinacho será su cantaleta eterna.
El homicidio de Rodolfo Jiménez, activista de Comuna, A.C., en San Baltazar Loxicha, le vino como “anillo al dedo” a Flavio Sosa, mejor conocido como “El Demonio de Tasmania”, dirigente de Comuna, A.C. Logró la renuncia de Atenógenes Jiménez y parte de su cabildo. Y presionó al gobierno estatal, asumiéndose víctima de una campañita “muy bien orquestada” de parte de personajes ligados al gobierno estatal. Así operan estos manipuladores y falsos redentores sociales.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— En lo personal, me genera molestia, cuando alguien habla del tema de Oaxaca, como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, cuya declaración de la UNESCO cumplió 33 años. Hace poco murió el Arquitecto Rafael Vergara, promotor local de esa distinción. Pero han muerto dos personajes que, desde sus cargos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), fueron pilares indiscutibles del reconocimiento: los ex embajadores, Víctor Flores Olea –“el tío sabio”, como le llama Enrique de Esesarte Pesqueira- y Andrés Valencia Benavides –ambos fueron mis jefes-. Uno, Subsecretario de Asuntos Multilaterales y el segundo, director general de Organismos Especializados de la ONU. El primero falleció hace al menos un mes; el segundo, tiene como tres meses. Los dos fueron soterrados admiradores de Oaxaca. Jamás un reconocimiento, nunca un homenaje.
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