Entidad segura: El mito genial
Raúl NATHÁN PÉREZ
1).- Juchitán: El infierno
La tríada que monopolizó la seguridad pública en el gobierno de Ulises Ruiz, inventó un mito genial: Oaxaca era –en su visión torcida- una de las entidades más seguras del país. Se regodeaba en el mito. Pero esa imagen fue transexenal. Aún se sigue arrastrando en la visión oficial, no obstante el crecimiento brutal en las estadísticas criminales. Sólo en enero hubo 55 homicidios dolosos, de los cuales, cerca de 50 fueron ejecuciones. Hoy van cerca de 180 homicidios, en el estado. El Istmo de Tehuantepec ya no es sólo el venero de energía limpia y eje de inversiones para las empresas eólicas: es un vil matadero. En efecto, siempre lo ha sido, pero ahora es más. En menos de un mes 30 ejecutados, sólo en esa tierra de nadie llamada Juchitán, es para encender al menos las luces amarillas. Bienvenidos a Juchitán –dijo un ingenioso- “donde la ley y el orden, sólo se ven por televisión”.
El 2016 inició mal. En los primeros días de enero, una pareja de jóvenes abatidos por sicarios en territorio teco; dos más, cayeron al día siguiente en la súper carretera a Ixtepec; otro más en Ixhuatán. Y de ahí pa’l real. Dos ejecuciones diarias es el promedio. Empresarios, comerciantes y sociedad civil en general ha expresado su angustia: nadie los ha pelado. Menos el ayuntamiento que preside Saúl Vicente Vásquez, boca abajo con la COCEI y la delincuencia teca. Algunas empresas han cerrado –Aurrerá, por ejemplo-. Otras, las eólicas, están a tres fuegos: crimen organizado y delincuencia común, por un lado; un ayuntamiento voraz que quiere cobrarle cientos de millones de impuestos por el otro y en un tercer flanco, los clásico vividores de siempre: COCEI, Asamblea Popular del Pueblo de Juchitán (APPJ) y los pseudo defensores de la tierra indígena. El territorio teco, con Juan Terán Regalado, socios y enemigos, es uno de los más violentos del país.
2).- El nuevo cártel: el transporte
Desde que el transporte fue entregado en franquicia a sindicatos, organizaciones y gremios, devino lo que es hoy: un verdadero cártel criminal. El fallecido Juan Luis Martínez, dirigente de la Confederación Nacional de la Productividad (CNP), fue más allá. Quiso -y lo logró- hacer del transporte un negocio de familia: Gilberto Luis, a) El Plátano; Armando Luis, a) El Tasajo; Guadalupe Luis, a) El Viejo, Mayra Luis y los vástagos, Erick Giovanni Luis Villaseca y Carlos Alberto Luis Martínez. Todos tienen –y tenían- su parcela y la explotan a placer. De este directorio han muerto de manera violenta al menos dos: Armando y su hijo, Carlos Alberto; otros dos están en prisión: Gilberto y Erick ¿Ajuste de cuentas interno? Es posible.
Con total impunidad cierran calles y bloquean accesos. Nadie les pone un alto. Sus tentáculos han atrapado no sólo la CNP, sino el Sindicato Libertad, partes de la CROC y la CTM. Es el gran negocio. Pero regentearlo es más. Los líderes son a la vez contratistas, constructores, concesionarios, cobran comisiones, pero además, ¡no pagan impuestos!, pues se rigen por otro estatuto. Adicionalmente, hay dentro no sólo concesiones, sino cosas más jugosas, cuyas rentas son millonarias. ¿Cuántas ejecuciones que tienen que ver con transportistas se han dado al menos los dos últimos años? Decenas y decenas.
3).- Caciques de horca y cuchillo
Todos, todos los dirigentes sin excepción, están cortados por la misma tijera. Es decir, son la misma lacra. Hace días, los habitantes de Huajuapan de León vivieron una escalada de terror. José Luis Oropeza Hernández, dirigente del Consejo de Transporte de Huajuapan (CTH), bloqueó calles y accesos. Lo mismo regentea el transporte concesionado que las unidades piratas. Del mismo pie cojean Germán Ramírez, Luis Orea, René Bautista y Enrique Camarillo Ramírez. El 11 de abril fue ejecutado el dirigente de la Sección 263 de la CTM en Juchitán, Ernesto Ávila Betanzos. Era personero de uno de los jefes temidos de la delincuencia común local: Juan Terán. Traían a raya a los ejecutivos de las empresas eólicas. O le entraban con ellos al acarreo de materiales, o se las verían negras. Así operan. Y lo mismo están involucrados en crímenes que extorsiones; igual secuestros que manipulan a ese hormiguero de moto-taxis que sirven para todo, menos para transportar pasajeros: droga, cobro de extorsiones, derecho de piso, halcones viles, etc. Por ello, siempre hemos dicho que el transporte es sólo la fachada para encubrir ilícitos más graves, que tanto la Federación como el gobierno estatal han minimizado.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— La pobreza de propuestas en las campañas políticas –que no promesas, de las que el pueblo deplora- han generado un gran desencanto ciudadano. Los tropiezos, los errores y los chismes, son los que le han puesto el sabor al caldo en las redes sociales, que sólo han servido para eso: descalificar y denostar. ¿O hay otra cosa más creativa en este pueblo, en donde la política es una farsa de conveniencia personal?
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