En ruta para la gubernatura (II)
En memoria de un buen compañero y paisano,
Sobre todo, de un gran periodista: Pepe Hannan, q.e.p.d.
1).- Naty y un PAN desmembrado
El control absoluto de un partido político, forjado en el autoritarismo y sin políticas incluyentes, ha sido factor de la debacle de algunos. El PRI se convirtió en un fantasma de lo que fue, gracias al nepotismo, los compadrazgos y las complicidades. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. El PAN no ha ido mejor. El control total que ha ejercido en la dirigencia estatal, Natividad Díaz/Juan Mendoza Reyes, ha generado desbandada, desánimo y fracturas.
Desde antes de que el gobernador Alejandro Murat considerara al blanquiazul “traidor a México y a Oaxaca” –que consideramos como un exceso- Naty Díaz, candidata del PAN, desechó cualquier posibilidad de declinar por el candidato del PRI-PRD. Sin embargo, hoy, en plena campaña por la gubernatura, tiene la posibilidad de concitar a militantes y simpatizantes. El férreo cacicazgo que ha impuesto no ha sido la estrategia más viable para hacer a su partido competitivo, incluso en municipios donde hace una década o más, fue su bastión.
2).- ¿Revivir una entelequia?
A poco de haber terminado su período como diputada federal, en donde compartió colores con su ex correligionaria, Natividad Díaz, Alejandra García Morlán encontró todos los caminos cerrados en el que fuera su instituto político: el PAN. Renunció hace unos meses. Y aceptó el coqueteo del dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), Dante Delgado Rannauro para encabezar la candidatura. Esta fisura se le puede acreditar al cacicazgo que mencionamos antes. Primero le falló colarse como candidata a la presidencia municipal de la capital. El PAN apoyó la fórmula de Javier Villacaña. Ese hecho la marcó dentro del blanquiazul. El reto de Morlán es revivir estructura y militancia de aquello que algún día tuvo un buen ascendiente entre los oaxaqueños: el partido Convergencia por la Democracia –hoy MC- y que, obvio, no es lo mismo.
3).- Nueva Alianza Oaxaca sobrevive
Casi desde la fundación, el Partido Nueva Alianza (Panal), el juguetito de Elba Esther Gordillo en Oaxaca, tuvo como dirigente a Bersaín López Pérez. Ni siquiera Redes Sociales Progresistas (RSP), otra hechura fallida de la chiapaneca le hicieron sombra. Los dos partidos desaparecieron a nivel nacional. Pero Nueva Alianza Oaxaca se ha mantenido en el espectro local. Es decir, sin mucha alharaca, dicho partido está hoy posicionado como uno de los institutos políticos que se ha movido con habilidad, en el ámbito electoral. Tiene, hoy mismo, 17 municipios; una posición en el Congreso del Estado y, recientemente, coaligado con PRI-PAN-PRD, ganó la presidencia de Santa Cruz Xoxoxocotlán.
4).- ¿Candidatos ciudadanos o indígenas?
Con el derecho ciudadano de participar en una contienda estatal, aunque en un plano de amplia desventaja con partidos políticos, con perrogativas, estructura y demás, buscan también la gubernatura dos candidatos de extracción indígena. ¿Servirá de algo que sean representantes de los pueblos originarios, en un ambiente en donde existe aún discriminación e inequidad? Lo dudo. A contracorriente tendrán que avanzar Mauricio Cruz Vargas y Jesús López Rodríguez, a) Chucho Falp. Y caminar frente a estructuras partidistas, clientelas y recursos desde abundantes hasta más o menos decorosas. Habrán de enfrentar también, las miserias que les otorgarán los órganos electorales y el excesivo burocratismo para comprobarlas. (Fin)
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— Muy interesante, sobre todo, particularmente preocupante, el artículo de Iván Restrepo, publicado en el diario La Jornada: “El despojo al Museo Fissell”, en la Villa de Mitla, en donde vuelve aparecer la siniestra figura del hoy Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero. La comunidad debe luchar porque se le restituya ese riquísimo acervo prehispánico, que sus mecenas decidieron se mantuviera ahí.
— La lectura de la fractura de la bancada de Morena en el Congreso local, es irrebatible: el partido marrón vive uno de sus peores momentos en Oaxaca. División y desacuerdos; encono y ajustes de cuentas. La disidencia va contra la diputada Laura Estrada Mauro, incondicional del candidato a la gubernatura, Salomón Jara. ¿El fondo? Resquebrajar la estructura de financiamiento, entre otros factores.
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