El STAUO y su huelga ilegal

POLÍTICA DE SUMA CERO
Ayer a primera hora, la fracción del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (STAUO), que dirige LUIS ALBERTO HERNÁNDEZ OSORIO, puso las banderas rojinegras en Ciudad Universitaria. Según las autoridades se trata de una huelga ilegal, habida cuenta de que ninguna de las cuatro fracciones en las que se ha pulverizado dicho gremio, cuenta con la “toma de nota” de las autoridades correspondientes. En un desplegado publicado en diversos medios impresos, la dirigencia vuelve a la carga –igual que hace un par de semanas el STEUABJO- sobre el magro presupuesto universitario. Sus exigencias son irracionales desde el punto de vista económico. Reclaman además, que se haya contratado personal a espaldas del sindicato, aparte de la exigencia de renuncia de algunos funcionarios universitarios.
Sin embargo, ayer mismo salió a flote la verdadera esencia de la huelga. Resulta que HERNÁNDEZ OSORIO no es más que una marioneta al servicio de TAURINO AMÍLCAR SOSA VELASCO, actual Secretario de Administración de la UABJO, y uno de los funcionarios más desleales al rector EDUARDO BAUTISTA MARTÍNEZ. El aludido, que regentea una parte del citado STAUO, la ha emprendido aún estando en la estructura de mando, en contra de la administración universitaria. Pero tiene otro móvil para su venganza: cobrarle afrentas a “La Familia Real” o “Los Chapos”, grupo de familiares que sigue incrustados en la UABJO, manejada por el octogenario cacique universitario, ABRAHAM MARTÍNEZ ALAVÉS y su hijo, el ex rector, EDUARDO MARTÍNEZ HELMES, conocido con el mote de “El Chapito”.
En efecto, el grupo ligado a este último no ha querido soltar prenda y desde la gestión del ex rector RAFAEL TORRES VALDEZ, se ha afincado en niveles de mando de la citada institución. Primos, hermanos, esposas, cuñados, etc., están en la nómina de la UABJO, por lo cual el grupo fue bautizado con sorna, como “La Familia Real”. Además, los testaferros han tenido siempre en mente controlar la dirección de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, que es en donde la familia ha sentado sus reales. El propósito final es de seguir perviviendo del erario universitario y no dejar la ubre. Ello le permite a ABRAHAM MARTÍNEZ ALAVÉS, el padre y al hijo, EDUARDO MARTÍNEZ HELMES, seguir manteniendo porros y demás lastres, que agitan las aguas en la universidad, impidiendo el desarrollo académico y profesional. (JPA)
