El premio para Eviel

El pasado martes, EVIEL PÉREZ MAGAÑA solicitó licencia indefinida en el Senado de la República, para ocupar el cargo de Subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL). Quien se lanzó en halagos al dar a conocer la solicitud de licencia fue el Coordinador de la bancada del PRI en la Cámara Alta, mecenas y protector del tuxtepecano: EMILIO GAMBOA PATRÓN. Esta cercanía es añeja. El eterno secretario particular del yucateco es el oaxaqueño ÁNGEL MEIXUEIRO, quien es a la vez, concuño de PÉREZ MAGAÑA. El vínculo pues, ha sido más que político o de compromiso, de ribete familiar.

Es importante subrayar además, que el hoy senador con licencia siempre presumió amistad con el presidente de México, ENRIQUE PEÑA NIETO. Durante el frustrado periplo por la gubernatura, el hoy primer mandatario acompañó a EVIEL en ciertos eventos de su cierre de campaña. Uno fue en Juchitán de Zaragoza; otro en la capital oaxaqueña. Poco se supo luego de la derrota. Se presume que si no hay amistad al menos hay conocimiento. PEÑA NIETO lo ubica y su designación en un área delicada como es la Subsecretaría en SEDESOL, no es en reconocimiento a su brillante labor como presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Senadores, por lo más intrascendente, sino como un paliativo para calmar la abortada aspiración por la gubernatura.

Lo que sorprendió mucho fue que la designación se diera, justamente, al día siguiente que el candidato del PRI a la gubernatura de Oaxaca, ALEJANDRO MURAT HINOJOSA, diera a conocer a su equipo de campaña, en donde hizo recaer la responsabilidad de la coordinación general en PÉREZ MAGAÑA. Este hecho fue para muchos, un intento de ir subsanando enconos o mejor dicho, una parte de la “operación cicatriz”. Hay de ello dos hipótesis: a) que el presidente PEÑA haya querido quitarle de encima a MURAT HINOJOSA la figura de EVIEL durante su campaña, al poder convertirse en una especie de sombra y b) que los ánimos del tuxtepecano no se hayan calmado y traiga aún la espada desenvainada, por lo que era necesario, de momento, sacarlo de la jugada política oaxaqueña y asignarle un decoroso espacio burocrático.

El cargo asignado no es nada despreciable, más aún para quien a lo largo de su carrera político-administrativa, sólo tuvo antes dos cargos públicos en el gobierno de ULISES RUIZ: director del desaparecido Instituto de la Vivienda de Oaxaca (IVO) y luego titular de la Secretaría de Obras Públicas. Y párenle de contar. (JPA)