EL PRD. RENUNCIAS Y RENUENCIAS Por Samael Hernández Ruiz.
Samael Hernández Ruiz.
En Oaxaca se espera que los partidos registren sus coaliciones para las elecciones de este año, pero al parecer se presentan algunas dificultades. Por lo anterior o por alguna otra razón, el IEEPCO amplió el plazo para recibir las solicitudes y el limite para resolver al respecto es el 27 de este mes de enero.
En Oaxaca se perfilan tres coaliciones cuyos ejes serían el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), entorno a ellos se agruparían organizaciones electorales afines a sus propuestas o intereses.
En octubre del año pasado el dirigente del Partido Aacción Nacional (PAN), Juan Mendoza Reyes y Carol Altamirano, del PRD, declararon a la prensa que el proyecto de alianza entre ambos partidos estaba muy avanzado en Oaxaca y que dicho proyecto no excluía a MORENA, el Partido Unidad Popular (PUP), Movimiento Ciudadano (MC) y al Partido del Trabajo (PT).
Una nota en los medios del día 7 de enero de este año, muestra que en el tema de las coaliciones no todo es color de rosa. En efecto, el dirigente nacional del PRD, Agustín Basave, amenazó con renunciar a su partido si no lo apoyan en su estrategia de alianza con el PAN.
Quienes se oponen a la alianza con el PAN, como el senador Miguel Barbosa, argumentan que el PRD debe recuperarse de la crisis que causó la salida de algunas personalidades de su partido como el Ing. Cuauhtemoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, y que una estrategia de alianza electoral con otros partidos solo ocultaría su debilitamiento de cara al 2018.
Otro argumento es el principista: el PRD es un partido de izquierda, y por tanto, va contra su naturaleza aliarse con la derecha que representa el PAN.
En cuanto a las posturas no aliancistas en el PRD, convence más el argumento de recuperar la fuerza perdida para afrontar los retos del 2018. La postura principista es menos creible, el PRD y sus originarios militantes de izquierda, dejaron de serlo desde que permitieron que expriístas dirigieran al partido, luego que éste abandonara la histórica reivindicación del socialismmo como divisa política.
Por otra parte, al parecer la postura “anti alianzas”, parece referirse sólo a ciertos estados de la república; en Oaxaca, hasta el momento, no se ha cuestionado la posibilidad de la alianza con el PAN. Lo anterior le resta credibilidad a la postura de los anti aliancistas y hace sospechar que su postura tiene que ver más con cierta correlación de fuerzas de las tribus perredistas, que con cuestiones de fortalecimiento o principios políticos.
En medio de todo esto está la postura del nuevo dirigente del PRD, Agustín Basave, quien ha declarado que busca reasentar al PRD en la sociedad para hacerlo un instrumento de ésta. Difícil tarea en un partido en donde todo parece girar en torno a lo que a las tribus les conviene o no. Por otra parte, la estrategia que Basave propone, no parece responder a su objetivo; en efecto, si tomamos en consideración lo que Basave dice proponerse, tendría que pensar en fortalecer los niveles organizativos de su partido , cosa que una alianza electoral no favorece.
Esta serie de contradicciones, lo único que muestran es la profundización de la crisis al interior de un partido que desde su origen tiene problemas de identidad: en los hechos no logra definirse como de izquierda, tampoco quiere ser simplemente un partido demócrata-liberal o cuasi panista, y para colmo de males su pragmatismo político lo ha llevado a corromperse cuando gobierna. Los escándalos en Oaxaca, en los que están presuntamente involucrados militantes de ese partido son un botón de muestra.
Es probable que el debate pro y anti coaliciones en el PRD no tenga ninguna repercusión en Oaxaca; pero no se puede negar totalmente la posibilidad de que afecte la relación PRD-PAN, a pesar de las buenas relaciones entre sus dirigencias.
El problema del PRD, con coalición o sin coalición, no reside tanto en sus principios, su estructura o incluso en su candidato a gobernador, sino en la renuencia de sus tribus para actuar de manera unitaria; por el contrario, sus pugnas por controlar municipios y regiones pueden restarle votos a sus candidatos en las elecciones de este año. A lo anterior, hay que agregar la influencia que aún ejerce Andrés Manuel López Obrador al interior de ese instituto político, al menos en Oaxaca, ¿estará enterado de esto Agustín Basave?