El comentario de hoy, miércoles 16 de marzo, 2016
Una y otra vez hemos insistido en un tema: el transporte público concesionado, se ha convertido en un serio asunto para la gobernabilidad. Es un constante desafío a las libertades ciudadanas y al Estado de Derecho. Desde hace mucho, el gobierno perdió el control del mismo, dando el usufructo de un bien público, como son las concesiones, a sindicatos, confederaciones, uniones y organizaciones.
La amenaza a la paz social es constante. Hoy bloquean cruceros taxistas de tal o cual organización; mañana serán los de la CTM, la CNP, la CROC o el Sindicato Libertad, exigiendo prebendas, cotos, contratos, etc. Quienes manejan dichos membretes, se asumen no usufructuarios sino propietarios y más aún, los únicos que parten y reparten el pastel. Es esa lucha sin cuartel por las ganancias, lo que ha sido motor de la violencia, de los enfrentamientos y de la afrenta constante a la sociedad y al gobierno.
Absurda es la protesta que atenta en contra de aquellos a los que se presume sirve. Las afrentas a los usuarios efectivos y potenciales por parte de los transportistas, es algo permanente. ¿Acaso habrá que aplaudir la psicosis colectiva que se generó el pasado miércoles por la tarde/noche y el jueves temprano, ante la amenaza de la Unión de Taxistas del Estado de Oaxaca –la UTEO- y otras organizaciones, de cerrar los principales cruceros, todo porque los dirigentes estaban aterrorizados por los rumores de que pronto llegaría a Oaxaca la empresa UBER?
Uno de los dirigenters es el mismo que hace al menos tres años paralizó la capital oaxaqueña en plenas fiestas de julio, generando el repudio ciudadano y las maldiciones de turistas. Y ahí sigue tan campante. Exigiendo mesas de negociación como la del pasado jueves 10 de marzo, sólo para que los funcionarios lo sacaran de su obcecado temor. ¿Alguna empresa multinacional vendrá aquí a disputarle lo que asume como propio este cártel cuasi delictivo?
Aunque las campañas políticas empezarán a principios de abril, sería importante conocer la opinión de quienes quieren gobernar Oaxaca y cuál será su propuesta para acotar a esta mafia; para regular el transporte; para meter orden y establecer mecanismos de legalidad. Por ejemplo, se han impuesto correctivos para que camine la Reforma Educativa, aunque muchos maestros y sindicato siguen pataleando.
Sin embargo, de no desplegar estrategias adecuadas, el transporte concesionado, sea de taxis, camiones de acarreo de materiales pétreos, moto-taxis, etc., y quienes lo manejan, será pronto un tema tan grave o más, que el magisterio. Uno de los mecanismos será ponerlos en un estatuto diferente, para que también como cualquiera que genere grandes ganancias, paguen impuestos y no, amparados en su estatus de sindicato, sigan medrando a placer de las concesiones que otorga el gobierno.