Opinión 

El comentario de hoy, martes 28 de marzo 2023

En los últimos tiempos, el gobernador Salomón Jara ha ponderado la posición estratégica que tiene Oaxaca como un estado atractivo para la inversión nacional y extranjera, además, de ser un pivote fundamental para apuntalar el desarrollo del Sur-Sureste del país, en virtud del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Es más, dicha situación fue tema de conversación durante la visita de John Kerry, enviado especial del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para temas del cambio climático. Oaxaca se ha dicho, es un terreno propicio para las inversiones que apunten hacia la generación de energías limpias, renovables y otros rubros.

Como hemos comentado en otras ocasiones, el Corredor Interoceánico es un viejo proyecto y también un viejo anhelo de los oaxaqueños. La explotación de la posición estratégica y geopolítica del Istmo de Tehuantepec, viene desde el Tratado McLane-Ocampo en 1859, pasando por la construcción del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, en enero de 1907 por el general Porfirio Díaz. En los últimos cuarenta años ha tenido diferentes denominaciones: Puente Multimodal Transístmico, proyecto Alfa-Omega, Corredor Transístmico y otros. Pero jamás se ha concretado en los hechos.

Sin duda alguna, de hacerse realidad en los años siguientes, pues hay que reconocer que a casi cinco años que lleva este gobierno, ha avanzado con lentitud, sería una gran fuente de empleos. Además, un receptor de inversiones desde el mercado norteamericano y europeo hasta el asiático. Recuperar ese viejo anhelo es la esperanza de cristalizar un viejo sueño. Sin embargo, hay quienes no lo ven así. Y, contra viento y marea buscan torpedearlo, poniéndole piedritas y obstáculos y anteponiendo sus intereses mezquinos ante lo que puede ser un detonador económico.

Veamos. Por casi un mes, vecinos de agencias municipales de San Juan Guichicovi, han bloqueado los trabajos en las vías del tren. Exigen una mesa de diálogo con el gobierno estatal. Y, obvio, quieren recursos, en un plan de abierto chantaje. Es la dinámica que utiliza la llamada Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo -la UCIZONI-. Me atrevo a decir, que no hay nada genuino en sus exigencias. El mismo rollo de siempre. Pero ahí siguen, confrontándose con elementos de la Marina/Armada de México y en plan de provocación.

Durante una semana, supuestos padres y madres de familia de la Escuela Primaria “Benito Juárez” de Tehuantepec, bloquearon el llamado “Puente de Fierro” para exigir la construcción de un edificio escolar, afectado por los sismos de 2017, con el consabido método del chantaje. Es decir, el bloqueo carretero y la violación a los derechos de terceros como una institución. A ello hay que agregar la disputa entre sindicatos por las obras del rompeolas que se construye en Salinas del Marqués. ¿Con todo este panorama de ingobernabilidad y presión se puede advertir el éxito del citado proyecto del Corredor Interoceánico? Es una pregunta. (JPA)

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