Opinión 

El comentario de hoy, jueves 8 de septiembre 2022

En nuestros comentarios de la semana anterior, en este espacio, hicimos referencia al deterioro que muestra nuestro rico patrimonio histórico monumental y a la negligencia con que los organismos reguladores han visto el daño. Muros de los Siglos XVI o edificios del Siglo XIX, dañados por una cuestionada modernidad o por proyectos sexenales o trienales. Demasiada suavidad con unos para aplicar la norma, pero fatales con el ciudadano de a pie cuando intenta remodelar o restaurar.

Muchas críticas levantó entre los oaxaqueños la destrucción de un muro ubicado sobre las calles de García Vigil, durante los trabajos del llamado Centro Gastronómico. Pero no es lo único. Desde hace días la crítica se enderezó sobre el gobierno del municipio de Oaxaca de Juárez, por la realización de un mural frente a la escalinata principal de este edificio histórico, encargado –se dice- a un artista originario de la India.

No se trata de cuestionar la creatividad ni la temática del pintor. El arte es universal y como hay talento aquí, puede haberlo en cuaquier parte. Lo paradójico es que hay quienes retiran obras de artistas oaxaqueños del Centro Histórico, o porque no pidieron permiso al ayuntamiento o porque ahí se instalaría el equipo de conocido monopolio televisivo, pero se contrata a un extranjero para pintar un mural en un inmueble catalogado.

¿Será incongruencia o algo parecido al malinchismo cultural? Lo cierto es que, una vez más se ha puesto en tela de juicio a los organismos que dicen salvaguardar nuestro rico patrimonio cultural. No se trata de censurar, descalificar o demeritar el trabajo del artista –insistimos-, ni de quemar con leña verde cual ente inquisitorio su trabajo, sino de poner de nuevo sobre la mesa, el atentado en contra de nuestro patrimonio cultural. Y sin consulta popular. La moda en estos tiempos.

Dicen que el poder a muchos los corrompe pero a otros los embrutece. Sin ánimo de hacer prejuicios, algo muy común en nuestro tiempo, habrá que esperar la respuesta de los aludidos: el gobierno municipal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia –el INAH-. Pero, de algo podemos estar ciertos: Oaxaca es una Meca cultural y del arte pictórico. Es cierto, siempre hay algo nuevo que aprender. Pero nuestro talento y la creatividad en la pintura mexicana contemporánea, son algo único. En lo personal estoy convencido de que, en lo que se refiere a la salvaguarda de nuestro patrimonio cultural, en todos los sentidos: sitios arqueológicos, monumentos de arquitectura colonial, tradición, gastronomía, folklore, etcétera, hace falta mucho por hacer, pero, principalmente, la corresponsabilidad de gobierno y sociedad civil. Ésta aportará mucho a la discusión sobre estos temas. (JPA)

Leave a Comment