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El comentario de hoy, jueves 4 de septiembre 2025

Este primero de septiembre inició de manera oficial, el ciclo escolar 2025-2026 del sistema educativo nacional. Como ya es costumbre, los dirigentes de la Sección 22 pretendieron irse por la tangente y hacer un falso ejercicio de responsabilidad docente, al adelantar el inicio de clases una semana. Sin embargo, fueron contadas las escuelas que siguieron dicha consigna. Se pudo constatar que la mayoría hicieron caso omiso del llamado sindical.

Luego de las movilizaciones del mes de mayo y junio en la Ciudad de México, con las que obtuvieron recursos millonarios, se presume que parte de las sobadas demandas de dicho gremio deben haber quedado solventadas. Sin embargo, es sabido de todos que nunca tienen llenadera. La divisa es pedir más y más. Y navegar en dos aguas: con el gobierno estatal y con la Federación. Succionar dádivas y prebendas de ambos. Y presionar con su acartonada estrategia: el chantaje.

La pregunta es: ¿Y cuál será la meta del Cártel 22 en materia educativa? Arremetieron en contra de las reformas en materia de educación de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; se asumieron defraudados por el modelo de la Nueva Escuela Mexicana de López Obrador, además de que nunca recibió a la actual dirigencia, y este lunes anunciarom marchas para protestar por el Primer Informe de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Antes de perfilar su adelantado calendario escolar, ya diseñaron el de marchas, plantones y bloqueos. Siempre habrá una bandera para desplegar la presión y el chantaje, de poner a la ciudadanía contra la pared y a los alumnos cerrarles las aulas. La lucha no es por la mejora en la calidad de la educación ni, mucho menos, para elevar el nivel académico de educandos y maestros, sino seguir alargando la mano en una perpetua insatisfacción de beneficios económicos.

Oaxaca enfrenta, desde hace mucho, un preocupante rezago educativo que, para los líderes sindicales de hoy como los pasados, es causa de la pobreza. Así se lavan y han lavado las manos. ¿Cómo combatir este flagelo que se ha ido acumulando por días, meses y años sin trabajar, cuya consecuencia es que los egresados de primaria a veces no sepan ni leer? Lo más preocupante es la forma en que padres y madres de familia, así como autoridades locales ven el problema sin hacer nada.

Si la educación pública es un derecho ciudadano y obligación del Estado procurarla, no es tiempo ya de que se exija al gremio magisterial que, sin renunciar a su ideología o su anclaje en doctrinas de la revolución socialista que sólo existe en sus manuales revolucionarios, hagan una verdadera propuesta educativa. Es un delito de lesa humanidad utilizar la educación como plataforma permanente de exigencias pecuniarias, soslayando el verdadero apostolado que exige la labor docente. (JPA)

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