El comentario de hoy, jueves 16 de octubre 2025
La tragedia volvió de nueva cuenta a nuestro país. Los efectos de tormentas tropicales y los huracanes “Priscilla” y “Raymond”, devastaron zonas como el Norte de Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y otras entidades. El desbordamiento del río “Cazones” ha dejado una estela de muerte en Poza Rica y decenas de poblaciones más. Oaxaca ha tenido lo suyo, sin tanta alarma. Los ríos Ostuta y Malatengo cumplieron su tarea anual de desbordarse y afectar a comunidades como istmeñas.
En junio de este año, el huracán “Erick” dañó a miles en la costa y comunidades de la Sierra Sur oaxaqueña. Los efectos fueron devastadores. Ojalá que los recursos generados en la pasada “Guelaguetza”, como se ofreció, se hayan canalizado en auxilio de los damnificados. Por lo que se sabe de la tragedia reciente, el gobierno federal y los gobiernos estatales, al menos en Veracruz, a excepción del auxilio de las Fuerzas Armadas en casos de desastre, se han visto lentos y rebasados.
Lo anterior motiva una reflexión. Los apoyos oficiales que se otorgan a quienes han perdido sus viviendas, el menaje de casa, su ganado, sus tierras de cultivo, es decir, el patrimonio construido con esfuerzo y sufrimiento, es a veces motivo de indignación. Hay cientos de millones para conciertos o actos faraónicos, pero no para palar la tragedia. Estamos convencidos de que los fenómenos naturales están fuera del control humano. Sin embargo, hay centenas de zonas de riesgo que las autoridades han ignorado.
Los siniestros, con su estela de muerte y devastación a veces sólo sirven para que el funcionario o político se tome la foto, si acaso se hacen los aparecidos en las zonas de desastre. Es decir, ya es común que, como buitres se nutran de la tragedia. Pero eso sí, muchos de ellos, miembros de la bancada oaxaqueña reciclada, aprobaron sin tocarse el corazón, por la insidia del ex presidente de México, para borrar de un plumazo y una vulgar levantada de mano, la desaparición del Fondo Nacional para Desastres Naturales –el FONDEN-.
Hasta el momento, de los escenarios trágicos que hemos vivido en Oaxaca, como los sismos de 2017, 2019 o los efectos de huracanes y tormentas, ¿se ha visto que alguno de nuestros flamantes legisladores, haya levantado la mano o subido a tribuna para pedir apoyo a nuestros afectados? La respuesta en no.
¿Para qué sirven pues? Exacto: sólo para levantar la mano. Además, para grillar, tenebrear y hacer grupos. A sabiendas de que Oaxaca es una entidad de alta actividad sísmica y territorio proclive a ser golpeado por huracanes y tormentas por su litoral de más de 600 kilómetros en el Pacífico, aún así, en un acto de traición, festinaron aprobar la desaparición del citado fondo, que era, el único aliciente que había en el país, para paliar tragedias como las que hoy viven miles de ciudadanos. (JPA)