Contaminación acaban con la pesca ribereña
SALINA CRUZ. Más de cinco mil pescadores ribereños muestran desesperación por no poder pescar, ante la contaminación que enfrenta el mar por el derrame de hidrocarburo.
Desde la agencia de Boca del Río en Salina Cruz hasta la Colorada Astata, los pescadores denunciaron que hay residuos de chapopote a consecuencia de la contaminación del cabezal de playa y la boya número 3.
Dos fugas, tienen a los pescadores al borde del colapso, pues aseguran que los productos marinos que atrapan con sus redes en la bahía pudieron haberse alejado o muerto por la contaminación.
Isidro Cruz, cooperativista de la comunidad de Santa Gertrudis Miramar, lamentó que la contaminación pudo haber matado la fauna marina que estaba en etapa de crecimiento y eso pude afectar considerablemente la producción en los próximos años.
Dijo que la zona donde realizan la actividad pesquera, resultó dañada no como en otros lugares como las Salinas del Marqués donde les llegó con mayor intensidad, porque la boya que derramó petróleo crudo.
“Estamos conscientes que el empleo temporal vendrá a calmar nuestra hambre por algunos meses, pero después estaremos otra vez padeciendo la falta de producción”, señaló.
Explicó que de diez año a la fecha, Petróleos Mexicanos ha vertido de manera irresponsable una infinidad de productos nocivos al mar que está acabando con la vida marina que es donde muchos pescadores dependen económicamente.
“Antes pescábamos entre cuatro y cinco toneladas de pescado, hoy si acaso se logran dos toneladas y de continuar con la contaminación seguirá bajando mucho más hasta no quedar nada para que podamos realizar nuestras actividades”, comentó.
Pemex denunció que tiene 41 años de estar operando, tiempo en que viene acabando con la pesca ribereña y de altamar, porque los químicos que vierte están matando las larvas de diversas especies marinas.
Aunque, dijo que no solo es la contaminación está acabando con las cooperativas, también están los insumos que cada día son más caros como ejemplo el diesel, los motores, las lanchas y las artes de pesca que juntos suman más de medio millón de pesos para poder equipar una embarcación ribereña.