Comparecencias… a puerta cerrada
POLÍTICA DE SUMA CERO
En las LXI y LXII Legislaturas nos sorprendimos de la ligereza con la que nuestros (as) flamantes legisladores (as), tomaban las cosas. Este el caso de la Ley Estatal de Educación, aprobada a escondidas en una madrugada, cuando el entonces presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), ALEJANDRO AVILÉS, burló el cerco que el Cártel 22, había puesto en el edificio de San Raymundo Jalpan, para evitarlo. Permeaba entre los legisladores un temor cerval a ser perseguidos y secuestrados por los maestros. Ahí se puso de moda el “pago por evento”. Ningún legislador –nos referimos a mujeres y hombres- levantaba una mano, si antes no se la calentaban con recursos frescos provenientes de la Secretaría de Finanzas.
El quehacer legislativo se fue prostituyendo y convirtiéndose en un ente demasiado oneroso. Cada año –como hoy mismo- el presupuesto del Congreso es uno de los más altos en el país. Contrasta con la poca productividad de los legisladores. Además de ello, prevalece una opacidad brutal. Nadie rinde cuentas. Los más de 600 millones que se autorizan a sí mismos cada ejercicio, pasan de noche. No existe un mecanismo que obligue a la Legislatura a hacer transparente el uso y abuso presupuestal. Existe un directorio de quienes han fungido como presidente o presidentas de la JUCOPO, que sólo han sido escarnio mediático, pero jamás han rendido cuentas de los millones que se han embolsado.
Lo anterior viene a colación por la comparecencia del titular de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, JOSÉ RAYMUNDO TUÑÓN JÁUREGUI, que se llevó a cabo ayer en el edificio del Congreso del Estado. No fue ante el pleno, sino ante la Comisión de Protección Ciudadana. La idea era que explicara con detenimiento la problemática de la inseguridad que padece hoy la entidad y la preocupante estadística de asesinatos, ejecuciones, asaltos y otros ilícitos. ¿Tenía que ser a puerta cerrada, cuando la sociedad exige transparencia y rendición de cuentas? ¿O es que los diputados (as) no querían exhibir su medianía o ignorancia sobre el tema de la seguridad? Insistimos: uno de los ejes que han permeado en ésta y las anteriores legislaturas es la opacidad, la poca voluntad de abrirse a la sociedad. Lo grave es que se vienen arrastrando los mismos vicios del pasado, sin que haya una luz al final del túnel y nuestros flamantes representantes populares siguen en la simulación y la doble moral. (JPA)