Coordenada 21 

Cismas y fracturas, Por Samael Hernández Ruiz.

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Por Samael HERNÁNDEZ RUÍZ.

Las elecciones locales 2016 en Oaxaca, se recordarán por el giro inesperado que toman las cosas en tan poco tiempo.

La serie de eventos inesperados comenzó con el cambio de dirección de 180 grados de la política del gobierno del estado con la Sección 22 de SNTE y la creación del nuevo IEEPO. Antes se habían anunciado cambios a los que no se le dieron importancia, como por ejemplo la ruptura entre Benjamín Robles Montoya y el gobernador Gabino Cué, y particularmente entre aquel y Jorge Castillo.

Para entonces la relación entre Gabino Cué y José Murat, vía Jorge Castillo, propició cierta tensión entre el actual gobernador y Diódoro Carrasco Altamirano, que se relajaban por la presencia de José Antonio Estefan Garfias en la secretaría de vialidad y transporte.

Otro giro inesperado fue el rechazo de la Suprema Corte de la reforma a la constitución local para eliminar el requisito de cinco años de residencia en el estado para ser candidato a gobernador.

La aparición de múltiples aspirantes a candidatos a gobernador en el PRI, recordó más la maniobra muratista de simular un juego democrático cuando exhibió a varios para después imponer a Ulises Ruiz Ortiz, previo acuerdo con Roberto Madrazo.

El otro giro inesperado fue la designación de José Antonio Estefan Garfias como candidato del PRD y por tanto de la coalición que encabeza ese partido, cuando muchos sabían que las bases del PRD estaban a favor de otros candidatos.

Este giro expresado en el PRD, provocó la salida del senador con licencia Benjamín Robles Montoya de ese partido y su postulación como candidato del PT.

Si el giro en el PRD provocó un cisma abierto, en el PRI, la designación de Alejandro Murat Hinojosa provocó una falla geológica en las profundidades ese partido.

Había ya la previsión de votos que migraban de un bando al otro. Migración que es posible por los modos de manipulación corporativa y clientelar del voto en Oaxaca; no obstante, se esperaba un empate técnico o el triunfo con poco margen de diferencia a favor de uno de los dos principales contendientes.

Bajo ese escenario, las elecciones serían muy costosas en términos económicos y de sacrificio de clientelas y por una recuperación política dolorosa para sanar las heridas después de las elecciones.

Hoy podría suceder otra cosa inesperada. Apareció en los medios locales que el IEEPCO no aceptará el registro de Alejandro Murat como candidato del PRI, porque no cumple con el requisito constitucional de los cinco años de residencia.

En la prensa se hace la denuncia de traición, curiosa palabra, sobre todo si se lee como sujeto de la acción a José Antonio Estefan Garfias. ¿Se le reprocha algo? ¿Deja esto entrever un juego maquinado donde se vendía en pareja a los dos principales contendientes para presentar un juego perverso a la ciudadanía, que haría parecer como una dura competencia lo que solo sería un pleito arreglado?

Lo cierto es que se llama a José Antonio Estefan Garfias a la cordura para que no caiga en el juego de los mercaderes de la política que, dicen, responden a la voz de Diódoro Carrasco Altamirano y que están embozados en el IEEPCO. Los supuestos manipulados son por un lado Carol Altamirano Toledo, Raymundo Carmona y Amador Jara; y por otro Gustavo Meixueiro (IEEPCO), Miguel Angel Carballido Diaz y Raymundo Wilfrido López Vásquez (Tribunal Electoral de Oaxaca).

¿Será posible, como afirman, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, revocará cualquier acuerdo del IEEPCO o del Tribunal Electoral de Oaxaca que niegue el registro a Alejandro Murat?

Se dice que se le autorizará el registro alegando la afectación de sus garantías constitucionales. Si ese es el argumento legal, el registro no prosperará, tendrían que buscar otro.

Habrá que ver primero si el IEEPCO en efecto le niega el registro a Alejandro Murat, sería de verdad un giro que podría reventar la tuerca.

 

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