Aurelio Nuño en Oaxaca
Por Samael HERNÁNDEZ RUIZ
El secretario de educación pública Aurelio Nuño, vino a Oaxaca y dio inicio al programa Escuelas al Cien, en el centro escolar “Emiliano Zapata”, de Miahuatlán. Todo se hizo de manera cautelosa para que la dirigencia de la Sección 22 de SNTE no tuviera oportunidad de protestar o boicotear el evento; los maestros de la escuela en cambio, según las crónicas, se comportaron con madurez y reconocieron tanto la autoridad del secretario como la representatividad de su sindicato.
El programa Escuelas al Cien, como el lector sabe, tiene como propósito mejorar la infraestructura física de las instalaciones escolares, principalmente en la reparación de daños estructurales, construcción de servicios sanitarios, bebederos y equipamiento. En estos rubros, se beneficiará a 33 mil planteles con una inversión de 50 mil millones de pesos.
En Oaxaca habrá una inversión mayor a los dos mil millones de pesos que beneficiará a un poco más de dos mil seiscientas escuelas y a trescientos sesenta mil alumnos.
Se le ha criticado al gobierno federal que haya emitido bonos para financiar parte de este esfuerzo, bonos que al final constituyen deuda pública. También se ha señalado que el criterio para seleccionar a los planteles no está muy claro. Se dice que se utilizaron los datos proporcionados por el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) 2013; pero como es bien sabido, en Oaxaca ese censo no se aplicó al cien por ciento.
Hasta donde sé, el rezago de infraestructura y equipamiento en 2010, ascendía a más de cinco mil millones de pesos, que a precios actuales serían de siete mil seiscientos millones, aproximadamente. Sin duda, algo se avanzó en la construcción y rehabilitación de escuelas de 2010 a 2015, y aunque las cifras no están muy claras, los montos en infraestructura están muy por debajo de lo aquí referido. Si el programa Escuelas al Cien, se mantiene con la misma inversión anual durante 2017 y 2018, podría semejarse a lo que se necesita en Oaxaca, aunque debo hacer notar que no se habla de construir nuevas aulas o anexos.
El tema de la infraestructura física escolar tiene muchas facetas. La primera y más evidente es la necesidad de nuevas aulas, servicios, equipamiento y mobiliario. Pero hay otro tema igualmente importante: su accesibilidad. Cuando se masificó la educación primaria y posteriormente se amplió la cobertura de educación preescolar y secundaria, se construyeron aulas y anexos en lugares que no eran fácilmente accesibles durante todo el año, o bien porque a la comunidad la dividía un río, o bien por derrumbes, o bien porque los niños habitaban en los ranchos de sus papás o porque la comunidad tenía algún conflicto con un pueblo vecino y los niños no podían usar el camino a la escuela sin peligro.
La mayoría de los oaxaqueños sabemos que en el noventa por ciento de nuestros municipios, los asentamientos humanos son están muy dispersos; por esa razón el problema que se denomina del “Mapa Escolar”, es muy importante. Lo anterior significa que es necesario tener los instrumentos para hacer a la escuela accesible a los niños. Hace tiempo se ensayaron programas de dotación de bicicletas, becas de transporte donde se contaba con transporte urbano, casas albergue, modalidades de educación comunitaria donde el número de niños era muy reducido o asesoría a los padres de familia.
De todo lo que he mencionado, lo mejor es hacer una buena planeación de la infraestructura escolar, es decir, construir escuelas o aulas, bajo las prioridades y políticas de un plan maestros de infraestructura escolar.
La planeación de infraestructura no solo considera el incremento de la población en edad escolar, la accesibilidad, etc., debe también responder a las políticas de uso del suelo, regulaciones para el cuidado del medio ambiente, factores de riesgo y la posibilidad de dotar a las escuelas de servicios básicos. El que no se haya planeado el crecimiento de la infraestructura escolar considerando todo lo anterior, es en parte lo que ocasiona los problemas que hoy tenemos en Oaxaca, y en otras partes de la república; digo en parte, porque otro factor es la crisis de las finanzas públicas por corrupción o insuficiencia de ingresos.
En educación básica, se observa una subutilización de las instalaciones en el nivel de educación primaria debido a la caída de la tasa de fecundidad de las mujeres. En otros lugares del estado hacen falta aulas en el mismo nivel educativo, aulas que a mediano plazo serán subutilizadas. En secundaria puede observarse un fenómeno igualmente diferenciado, en tanto que en preescolar, por ejemplo en la región de la costa, definitivamente hacen falta aulas.
Todo lo anterior, indica que el uso de la infraestructura escolar es un fenómeno que cambia con el tiempo y que debemos considerar ese dinamismo y su sentido, para formular las políticas públicas en ese aspecto.
Otro tema es el aseguramiento y su contrario, la gradual depreciación de la infraestructura escolar. No podemos manejar los bienes públicos sin hacer un adecuado análisis del impacto financiero presente y futuro, no hacerlo sería una grave irresponsabilidad en el manejo del dinero de todos los mexicanos.
Hasta ahora, no veo que los planteamientos de la Secretaría de Educación Pública consideren, además del programa de reparaciones, bebederos y servicios básicos, algunos aspectos de los que he mencionado.
En cuanto a la Sección 22 del SNTE, muchos maestros están dispuestos a participar en la reforma educativa, pero temen, y con razón, perder su empleo. Hace falta una mayor y mejor comunicación entre la SEP (¿IEEPO?) y los maestros de las escuelas. Al contrario de lo que dicen algunos comentaristas, la entrada del secretario Nuño a una escuela de Oaxaca, no significa que las cosas se estén normalizando, la incomunicación entre los maestros y el IEEPO persiste y varios problemas se están complicando.
Para recuperar la comunicación con las escuelas, quienes están diseñando una estrategia son los del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE. En efecto, quieren enviar a un delegado especial a Oaxaca para que organice el equipo que representará al sindicato en un diálogo con el IEEPO, para resolver los problemas pendientes de los maestros y las escuelas. Si la dirigencia de la Sección 22 cree que los van a llamar a negociar están muy equivocados, y si para lograrlo intentan boicotear las elecciones de este 2016, como lo intentaron hacer en el 2015, les espera la mano dura del Estado, pero este ya es otro tema.