Opinión 

“El pueblo ensaya la revolución” – Isidoro YESCAS

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Isidoro YESCAS

Bajo el sello de El Colegio de México circula ya en librerías un acucioso y bien documentado libro titulado “El pueblo ensaya la revolución, la APPO y el sistema de dominación oaxaqueño”, escrito por el Doctor en Ciencias Políticas e investigador del Colmex, Marco Estrada Saavedra.

De la lectura parcial de esta investigación llevada a cabo durante seis años transcribo algunos párrafos con la intención de despertar el interés por el conocimiento a fondo de un fenómeno de insurgencia popular que tuvo lugar en nuestro estado de Oaxaca hace diez años.

En la parte introductoria del libro Estrada Saavedra explica que su trabajo que “ …quien se interese en la comprensión y explicación de cómo fue posible la constitución, organización y movilización de la APPO, con el fin de entender el significado profundo del conflicto social y político de Oaxaca en 2006, encontrará en este libro respuestas muy distintas a las de los protagonistas, periodistas y los poco estudiosos que se han ocupado del tema”.

Desarrollado en nueve extensos capítulos, Marcos Estrada se ocupa en primer lugar de exponer su teoría acerca de la APPO; en los siguientes tres capítulos analiza el papel de la sección 22 del SNTE y su papel dominante en el sistema educativo estatal y de su liderazgo político y capacidad organizativa al interior de la APPO. El quinto y sexto capítulo están dedicados a revisar las estrategias de lucha de los appistas como la toma y operación de radiodifusoras y el uso de las barricadas como un “subsistema de seguridad”. En el séptimo capítulo se ocupa de estudiar la incorporación de diferentes colectivos de artistas urbanos al movimiento popular . En el octavo pasa revista a la violencia política desatada en Oaxaca la segunda mitad del 2006 para cerrar con el capítulo nueve en donde el autor resume la conformación histórica del sistema de dominación oaxaqueño para luego contrastarlo con los usos y costumbres de la clase política local.

De este último capítulo transcribo los siguientes párrafos dedicados a analizar el papel del exgobernador Ulises Ruiz Ortiz:

“…El autoritarismo que mostró Ruiz Ortíz antes, durante y después del conflicto de 2006 no sorprende, porque ha sido una práctica consuetudinaria en este estado del sureste mexicano.Sí resulta conspicuo, sin duda, el volumen y el nivel de violencia en un período relativamente corto, mas no su uso mismo como recurso cotidiano de gobierno y control. Esto requiere ser subrayado: la violencia, como el fundamento del poder político, no es en Oaxaca la última ratio de la dominación para enfrentar situaciones extraordinarias, sino un medio del que se echa mano en las relaciones típicas con los opositores.

“En este sentido, el gobernador exacerbó, mas no rompió con los usos y costumbres de la política oaxaqueña en relación con la protesta y movilización social.

“Una mezcla fatal de prepotencia, impunidad, inexperiencia y negligencia en el ejercicio del poder público se tradujeron en el gobierno de Ruiz Ortíz en no atender de manera suficiente y con prudencia la forma consensuada de hacer política, en la que a la presión pública ejercida por organizaciones populares, gestoras de proyectos sociales de diversa índole a través de recursos y programas públicos, le seguía una ronda ritualizada de descalificaciones y amenazas por parte del gobierno. Unas semanas más tarde, todo esto concluía en negociaciones que restablecían la gobernabilidad. Así había funcionado la política con mayor o menor éxito durante mucho tiempo. Cada una de las partes involucradas en los conflictos conocía y respetaba “las reglas del juego político”, por lo que a los problemas se les daba, al final, cierta solución aceptable para todos .”

Después del fallido desalojo del 14 de junio, Ulises Ruiz buscó “resolver” la crisis “sirviéndose del sistema interinstitucional de represión y confió, como en realidad sucedió, en que, a pesar del desgobierno en Oaxaca, no había forma legal de forzar su renuncia.

En esta situación, la exacerbación de los usos y costumbres inherentes al sistema de dominación oaxaqueño no fue producto de la personalidad de Ulises Ruiz, sino de la ausencia de controles y sanciones del exterior garantizados antes por el presidencialismo.”

Twitter. @YescasIsidoro
Junio 16 del 2016.

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