PRD 2016: Continuismo o rumbo propio. Isidoro YESCAS
Isidoro YESCAS
- En la difícil y compleja ruta que sigue el perredismo oaxaqueño para definir estrategia y candidato para la sucesión gubernamental del 2016 solo dos tiene dos caminos: o se somete a los intereses y arreglos del gobernador Gabino Cué que apuntarían hacia una sucesión pactada con el gobierno federal, o pone en juego toda su capital político-electoral y capacidad de convocatoria con otras fuerzas partidistas y organizaciones sociales para definir su propia ruta.
- A partir de su sometimiento al gobierno de Enrique Peña Nieto para reorganizar el sistema educativo de nivel básico en la entidad y acotar el poder burocrático-político de la sección 22 del SNTE, Gabino Cué ha pretendido definir una ruta transexenal para el PRD y otros partidos aliados a su gobierno, que fundamentalmente se han orientado a pretender inducir una candidatura de centro-derecha, afín a su círculo político cuya matriz es el diodorismo, cercano a los intereses del peñismo, pero totalmente ajeno a un proyecto de gobierno de izquierda. Y el mejor representante de esa corriente que nació con el PRI , que luego se recicló con el PAN, y ahora pretende mimetizarse en el PRD, es el diputado federal José Antonio Estefan Garfias.
- En el reciente Consejo Estatal del PRD se abrió la posibilidad de romper con esta línea, para dar paso a una convocatoria incluyente y sin dedicatoria, tanto para la definición del candidato a gobernador, como para las candidaturas a diputados locales y concejales. Programáticamente se hizo énfasis en la necesidad de no repetir los errores que empoderaron a Gabino Cué y dejar constancia en un convenio institucional del compromiso de los partidos que pudieran coaligarse para la elección de gobernador para impulsar un gobierno de coalición .Y en lo que hace a la candidatura a gobernador se abrió el abanico para todos los aspirantes y corrientes, anulando así prácticamente la pretensión del gobernador Cué de dejar fuera de la contienda interna al senador Benjamín Robles Montoya.
- Con todas las reservas del caso, y sin entrar en detalles sobre la calidad de las encuestas hasta ahora levantadas, lo mismo por encargo del PRI, del PRD o por los mismos aspirantes a la gubernatura de diversos partidos, lo que a estas alturas ya está fuera de toda duda es que el aspirante del PRD que con mayor frecuencia ha encabezado las preferencias electorales en el estado de Oaxaca es el senador Benjamín Robles Montoya. Sin embargo, los resultados de las encuestas solo constituyen un elemento de otros más que suelen valorarse para tomar decisiones sobre el nombre del candidato : carrera política, identidad partidista, capacidad de convocatoria, amistades en los círculos de poder político y económico, estructura territorial propia y el voto de calidad del presidente nacional del partido y,en su caso, del gobernador del estado.
Para Robles, hasta ahora su principal obstáculo se llama Gabino Cué quien insiste en vetarlo por no ser originario del estado de Oaxaca, argumento que no lo puso en la mesa de las negociaciones con la dirigencia nacional del PRD cuando fue postulado como candidato a Senador. Otros obstáculos están más relacionados con su propia estrategia para sumar y multiplicar apoyos, sobre todo de los externos al PRD en donde la apertura y pluralidad debe tener límites precisos, mas aún si se trata de grupos o personajes vinculados al príísmo ulicista. Si ya tomó distancia de los actos de corrupción y tráfico de influencias del gabinismo, mal se vería pactando con personajes de otros partidos que en su momento también entregaron malas cuentas a los oaxaqueños.
- En conclusión, si los órganos de gobierno del PRD en Oaxaca y a nivel nacional, así como las corrientes internas, respetan los acuerdos ya establecidos en el VIII Consejo Estatal y, además, se definen y divulgan a la militancia los criterios y factores que deberán resultar decisivos para designar a su candidato a la gubernatura, se estaría descartando el riesgo de rupturas como las que ahora está enfrentando MORENA con la elección de su nueva dirigencia estatal y que, sin duda, impactarán en la ratificación de su candidato a gobernador. Se antoja, entonces, que el proceso interno del PRD debe, sobre todo, convertirse en una oportunidad para afianzar su unidad interna y por esa vía fortalecer su liderazgo político-electoral entre las izquierdas, pues en esa medida podría también estar en condiciones de integrar con mayor éxito una coalición electoral competitiva y ganadora.Y esa misma unidad y fortaleza le podrían servir de mucho para integrar al mayor número de organizaciones sociales y productivas , prioritariamente con aquellas que en el 2010 apoyaron el proyecto de transición democrática de Oaxaca y que hoy ya tomaron distancia del fallido gobierno de Cué , un ejercicio que necesariamente también deberá hacerlo el PRD y sus candidatos para no aparecer como cómplice de la incompetencia y corrupción de un gobernante que hizo todo lo contrario de lo que prometió a los oaxaqueños y oaxaqueñas cuando asumió el poder.
Twitter: @YescasIsidoro
Noviembre 11 del 2015.