Noche de parranda se convierte en noche de terror

Una noche de terror vivieron los asistentes al bar La Creperie ubicado en el centro de Juchitán de Zaragoza cuando dos sicarios ingresaron para ejecutar a dos personas, pero minutos antes inmovilizaron al guardia de seguridad y cuando se daban a la fuga, chocaron la unidad de motor tras una peliculezca persecusión.

La doble ejecución ocurrió a unos cien metros del palacio municipal de la ciudad más importante de la zona del Istmo de Tehuantepec y donde los crímenes aumentan cada día más.

Álvaro Benítez López de 35 años de edad y Miguel Ángel López Vásquez de 29 años de edad se encontraban dentro del bar disfrutando de sus cervezas, sin imaginar que ya los estaban vigilando.

Unos minutos después de las dos de la mañana de éste domingo, dos sujetos portando armas de fuego se presentaron al bar ubicado en la calle de 5 de Septiembre, entre las calles de Efraín R. Gómez e Hidalgo de la tercera sección.

El guardia de seguridad del lugar, intentó revisarlos para impedir su ingreso, pero fue baleado, para quedar inmovilizado.

La pareja de sicarios con sus armas en la mano decidieron ingresar al bar y se fueron directo hacia sus víctimas, a quienes les dispararon y remataron con el tiro de gracia en la cabeza.

La multitud que minutos antes se divertía fue presa del pánico y salieron corriendo y empujando a sus compañeros de parranda.

Las cámaras de seguridad del bar grabaron que los dos sicarios se confundieron entre los clientes para salir del lugar.

Personal paramédico del cuerpo de bomberos fue movilizado al lugar y confirmaron que dos personas estaban sin vida y el guardia de seguridad con lesiones en una extremidad.

En la unidad de socorro, el policía privado fue llevado al hospital civil de Juchitán, donde quedó encamado.
Integrantes de la policía municipal que se encuentran en el palacio al darse cuenta del tumulto y las detonaciones de arma de fuego se trasladaron al lugar, confirmando que había personas lesionadas.

“Ahí van, son los de ese carro”, dijeron algunos de los clientes y por lo cual los policías iniciaron la persecusión balacera en calles de Juchitán de Zaragoza.

La tranquilidad se rompió con el rechinar de llantas, la sirena de las unidades policíacas que se unieron a la persecusión y las detonaciones de arma de fuego de policías para tratar de detener a los sicarios.

El automóvil Volkswagen, tipo Bora, de color azul marino y con placas de circulación MJH-73-06 del Estado de México, circuló a gran velocidad por las colonias Virgen de Guadalupe y otras dos más, hasta cruzar el Periférico y seguir por un camino agreste que comunica al Espinal.

Por la velocidad con la cual se desplazaban, el conductor no pudo controlar la unidad de motor cuando iba directo hacia un arroyo y lo cual originó que quedó impactado en contra de una vivienda.

Los dos sujetos salieron del vehículo y se dieron a la fuga, en tanto las corporaciones policíacas peinaron la zona y reportaron el arresto de un sospechoso.

Al antro de vicio arribaron los agentes investigadores y peritos en distintas especialidades con la finalidad de realizar las diligencias, ordenando que los dos cuerpos fueran enviados a una agencia funeraria para la necrocirugía.

Dentro del bar hallaron casquillos percutidos calibre 9 mm, los cuales son analizados por el departamento del Instituto de Servicios Periciales.

Ante la autoridad ministerial comparecieron familiares de los extintos e indicaron que Álvaro tuvo su domicilio en la colonia Adolfo C. Gurrión y Miguel Ángel en la Prolongación de Cuauhtémoc de la octava sección de Cheguigo, ambos de Juchitán de Zaragoza.