La basura, en su lugar

Isidoro YESCAS

No cabe duda que tanto en el gobierno del estado como en el gobierno del municipio de Oaxaca de Juárez hace mucha falta mucho sentido común y un elemental conocimiento de los programas y leyes en materia ambiental, a nivel nacional y estatal, para no darse cuenta que al ordenar arbitrariamente la apertura de un tiradero de basura a cielo abierto en terrenos de la agencia de Tanivet, del municipio de Tlacolula, lo único que hicieron fue sembrar un gran foco de contaminación y abrir un nuevo frente de protesta social .

Al margen de las disputas clientelares por el control del basurero de Zaachila y de su intermitente uso político para presionar al gobierno del estado, lo cierto es que ya la ciudad de Oaxaca y los municipios conurbados les urgen nuevos espacios físicos, o “estaciones de transferencia de residuos”, como técnicamente se conocen, para depositar las toneladas de basura orgánica y no orgánica que diariamente se generan en los hogares y centros de trabajo.

Llama la atención que después de los violentos sucesos ocurridos en la agencia municipal Vicente Guerrero hace poco más de un mes y de la espectacular presencia del gobernador Alejandro Murat para establecer compromisos que ahora son motivo de reclamo por presunto incumplimiento, ni en el gabinete legal y ampliado -especialmente en la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable-, ni en el cabildo del municipio citadino, se hubiese tomado nota de la gravedad de los hechos y de la necesidad de resolver de fondo dos cosas: la disputa entre el FP “14 de Junio” y colonos de la Vicente Guerrero, de estricta competencia del gobierno del estado, y la apertura de una o más estaciones de transferencia de residuos, en donde la coordinación institucional entre gobierno del estado y el gobierno municipal de la ciudad de Oaxaca y otros municipios conurbados resultaría fundamental.

Llama también la atención que el gobierno en turno, por vía de la Secretaría del Medio Ambiente, recuperara no hace mucho e hiciera suyo un interesante documento de diagnóstico y alternativas al problema de la basura en toda la entidad elaborado en el año 2013 bajo coordinación del desaparecido Instituto Estatal de Ecología y la SEMARNAT, sin que ahora procuren e intenten aplicarlo como las necesidades y urgencias en la materia lo exigen.

Bajo el título “Resumen ejecutivo del Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial en el estado de Oaxaca”, el documento reconoce que el problema de la residuos sólidos en la entidad es multidimensional pues abarca aspectos de orden jurídico, técnico, cultural y social.

Fue a partir de este diagnóstico que el gobierno de Gabino Cué diseñó e instrumentó un ambicioso proyecto para convertir el basurero de Zaachila en un sitio de Disposición Final Controlado y en una opción para generar energía, tal como ahora lo recomiendan las normas nacionales e internacionales en materia ambiental para los municipios con más de 50 mil habitantes.

No viene al caso ahora comentar los factores que luego dieron al traste con el proyecto, pero lo que sí debe subrayarse es que en el Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos se ubican para cada una de las ocho regiones los municipios idóneos para que en sus terrenos se instalen rellenos sanitarios y /o sitios de disposición final de residuos sólidos, y para nada basureros a cielo abierto.

Han pasado ya más de 30 años desde que se abrió el tiradero de Zaachila y resulta inaudito que, salvo los fallidos intentos de la pasada administración estatal, hasta ahora ninguna autoridad estatal o municipal ha mostrado voluntad y disposición para que la ciudad de Oaxaca cuente con otras opciones de corto y largo plazo para resolver este problema de enorme impacto ambiental, social y de salud pública.

Las alternativas y hasta la estimación de costos y mecanismos de financiamiento ya están trazadas en el Programa enunciado; lo que hace falta es, insisto, gobernantes sensibles y comprometidos con los problemas y necesidades de sus gobernados.

Agosto 24 del 2017.