Opinión 

Gobernabilidad: abrir el debate con la sociedad

Isidoro YESCAS 

Es tan complejo y sensible (política y socialmente) el tema de la gobernabilidad en Oaxaca que sexenio tras sexenio se  han intentado  encontrar salidas que armonicen las demandas y movilizaciones  de las organizaciones sociales , grupos comunitarios, sindicatos, etc. con los insistentes reclamos  ciudadanos para aplicar la ley y evitar que la atención y negociación gubernamental a estos sectores no afecte el desarrollo de la entidad ni la paz social de los oaxaqueños y oaxaqueñas.

Sin embargo, hasta ahora las principales batallas las han ganado las organizaciones sociales y demás poderes fácticos a base de métodos de lucha en donde la legalidad casi siempre ha estado sujeto a negociaciones de todo tipo  con el siguiente debilitamiento de las instituciones y la pérdida de los derechos ciudadanos.  La estrategia de movilización-negociación-movilización se ha convertido así en la principal fórmula para obtener respuestas satisfactorias tanto de los gobiernos priístas como del primer gobierno coalicionista que se ensayó en nuestra entidad entre el 2010 y el 2016.

Con esta breve referencia, y ante el creciente deterioro social, político y económico que ha sufrido Oaxaca por estos ciclos recurrentes de conflictos, que en diversas etapas han rayado en la ingobernabilidad y colocado a los gobiernos locales contra la pared, tal vez ya va siendo hora que los poderes ejecutivo y legislativo tracen una ruta consensada de gobernabilidad y progreso a través de un amplio  ejercicio de participación ciudadana. De lo que se trataría es que en forma coordinada ambos poderes convocaran a dirigentes sociales , políticos y empresariales así como a  sectores representativos  de la sociedad , a  una serie de encuentros de análisis y reflexión sobre los grandes problemas que en esta materia  ha enfrentado Oaxaca y las alternativas de corto y mediano plazo que podrían ser viables para devolverle  respeto y credibilidad a las instituciones y al mismo tiempo establecer una nueva relación entre gobernantes y gobernados.

De lo que se trataría es de  tener como eje transversal de todo el debate el tema de la gobernabilidad, talón de Aquiles  durante el gobierno de Gabino Cué y  en lo que va  del gobierno de Alejandro Murat, y que con serias dificultades y  decenas de millones de pesos a fondo perdido los tres gobernadores  que le antecedieron solamente lo administraron sin resolverlo de fondo.

Es probable que muchos de los conflictos y hasta enfrentamientos que se han registrado en estos dos primeros meses del retorno del PRI al gobierno  pudieran tener su origen en los conflictos de intereses, la curva de aprendizaje, el fuego amigo, las disputas grupales del muratismo y la quiebra financiera del aparato gubernamental, sin embargo hacen falta  algo más que ajustes en el gabinete y  el saneamiento de las finanzas públicas (tareas urgentes , sin duda)  para devolverle a Oaxaca la paz y estabilidad social y político que requiere para que  todos los  planes y programas de desarrollo tengan éxito.

El contexto nacional de crisis política, inseguridad , impunidad y hartazgo social, que en una entidad como Oaxaca se replican en grado superlativo, requieren de soluciones  de fondo. Y qué mejor que buscar alternativas y construir acuerdos con y desde  la sociedad.

Twitter: @YescasIsidoro

Febrero 13 del 2017.

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