¿Quién hizo enojar a los maestros? – Samael Hernández Ruiz
Por Samael HERNÁNDEZ RUÍZ.
En esta segunda semana del mes de junio, las actividades de protesta los trabajadores afiliados a la Sección 22 del SNTE, han dejado a la población de Oaxaca incomunicada con el resto del país, con las graves consecuencias que esto implica.
Algunos opinan que hay que buscar a los culpables del “enojo” de los maestros, otros que el gobierno federal tiene que sentarse a negociar con la CNTE, unos más simplemente llaman a que se use la fuerza pública para permitir que los oaxaqueños ejerzan su derecho constitucional al libre tránsito en territorio nacional.
Todos tienen algo de razón, pero el orden en que sucedan las cosas es importante. Desde luego hay que aplicar la ley y retirar a los maestros de los lugares donde están bloqueando, en algunos casos participan organizaciones no magisteriales en apoyo. Lo mejor sería que lo anterior fuera sin utilizar la fuerza pública, pero de ser necesario tiene que hacerse o condenaremos a Oaxaca a un estado de ingobernabilidad.
En efecto, el gobierno federal debe convocar no sólo a la CNTE, sino a la sociedad al diálogo sobre como ampliar y mejorar los alcances de la reforma educativa y para ellos debe poner al frente de la SEP a alguien que conozca el sistema educativo, es importante, si se quiere avanzar en el desarrollo de la educación en Oaxaca y en México, que no se utilice a la SEP, ni a ninguna secretaría como trampolín político.
Así como el titular de la SEP tiene que ser un personaje de reconocida trayectoria educativa, el gobierno federal debe respetar la autonomía del SNTE y permitir que ese sindicato resuelva sus problemas internos y se relacione con él como representante de los trabajadores de la educación y no como un co-gobierno.
Avanzar en la reforma educativa tiene que pasar por resolver el problema del sistema nacional de formación, actualización y de superación docente, es decir, las normales básicas y superiores, la Universidad Pedagógica Nacional y el sistema de Actualización del Magisterio, debe reorganizarse bajo la guía de una reforma curricular en educación básica y media superior. Las instituciones de educación superior y de investigación científica se cuecen aparte, particularmente el Instituto Politécnico Nacional cuya reforma es indispensable en un proyecto de desarrollo nacional con independencia.
¿Quiénes hicieron enojar a los maestros?
a). La Secretaría de Educación Pública y su reforma laboral, y el doble juego entre ella y la SEGOB, de garrotazo y sobadita.
b). La actitud del gobierno del estado que no supo sostener la alianza que había pactado con el magisterio y que terminó con el fracaso del Nuevo IEEPO.
c). La descomposición del SNTE, contra lo cual se opuso la S22 desde 1980.
d). La corrupción de su propia dirigencia sindical, que el propio movimiento magisterial ha documentado y expuesto en sus análisis y congresos.
e). El oportunismo de las llamadas “expresiones” o grupos políticos que operan en el interior del sindicato que se venden al mejor postor electoral o gubernamental, mientras mantienen su discurso incendiario en la asamblea estatal.
f). La desprofesionalización de su gremio, donde ahora tienen cabida elementos sin preparación profesional y hasta delincuentes que hacen de maestros; todo ello producto de la descomposición del binomio IEEPO-S22.
g). El que se pisoteen sus derechos laborales y no se reconozca su calidad de profesionales y se les trate como a menores de edad.
h. La angustia de no poder cumplir con sus compromisos económicos. Menos del 30% de los trabajadores de la educación tienen altos salarios, la gran mayoría vive con 15 o 6 mil pesos mensuales. La desigualdad interna en los ingresos es un tema pendiente de estudio en ese gremio.
i). El terror de caer en la pobreza o que sus hijos no puedan dejar de ser vulnerables a esa situación. Los casos que ve el maestro rural o que trabaja todos los días en las zonas marginadas de Oaxaca, lo llenan de pavor, porque ven en esas poblaciones el retrato de su futuro posible.
j). Los grupos que los azuzan a radicalizarse para sacar provecho negociando después su rendición como en el 2006, cuando la llamada comisión política obtuvo millones de pesos para cada uno de los trece integrantes para firmar las minutas que le dieron luz verde a las fuerzas federales para que en octubre del 2006 reprimieran a la APPO.
k). Los partidos políticos como MORENA, que les brinda su apoyo “incondicional”, para después rebajarlos a promotores del voto o representantes de casillas o voceros del voto de castigo a todo lo que no sea MORENA y doblar las campanas para asistir al culto de San Andrés López Obrador.
Todo eso hizo enojar a los maestros; pero eso no justifica lo errado de su actuar. Los actos de provocación huelen a desesperación y a desgaste; para cuando los policías los desalojen con violencia, muchos aplaudirán y habrán debilitado al único instrumento de defensa que todavía tienen los trabajadores de la educación: su sindicato.
No me canso de repetir: movimiento que termina con la consigna de “presos políticos, libertad” es un movimiento derrotado. Es hora de refundar al MDTEO y poner a la educación y a los educadores al servicio del pueblo, antes de que sea tarde.
Tu análisis podría haber estado excelente de no ser la poca objetividad que muestras al mencionar a algunos personajes políticos. Hablas de tener que usar la fuerza publica como única solución. Sin considerar que existe otra. Replantear la reforma educativa y tener como propósito principal efectivamente mejorar la calidad de la educación.