Opinión 

El comentario de hoy, martes 8 de noviembre 2022

El pasado primero de noviembre, a raíz de la crisis sobre la basura que ha golpeado duramente a los servicios al turismo, al gobierno y a la ciudadanía, escuchamos una buena noticia: las autoridades finalmente consiguieron un predio para depositar los residuos sólidos. El anuncio lo hizo el gobernador del estado, Alejandro Murat. Se trata, se dijo, de un predio que bien utilizado, puede tener una vida útil de hasta veinte años. El lugar ni dimensiones fueron reveladas.

Como hemos comentado en este espacio radiofónico, la crisis que vivimos en semanas recientes se veía venir desde hace mucho tiempo. Especialistas sobre el medio ambiente hicieron, en su momento, llamados a las autoridades y, no es un secreto, que algunos funcionarios buscaron un lugar adecuado para habiliarlo como relleno sanitario. Y desde hace años se mencionaron lugares para el mismo.

Y decimos que es una buena noticia pues tanto el gobierno municipal como la administración estatal, pero sobre todo, la ciudadanía, dejaremos de ser rehenes permanentes de dirigentes y vecinos que por quítame estas pajas, cerraban los accesos del tiradero de basura. Sin embargo, seguiremos como tales de líderes sin escrúpulos, particularmente de los dirigentes del “Sindicato 3 de marzo” que, en los últimos días, has mostrado su bajeza.

Arrojar sus camiones de basura en el Centro Histórico, en el Paseo Juárez “El Llano” o desfilar con sus carritos por el Andador Macedonio Alcalá para dejar su carga en el zócalo, revela en sí no sólo conductas enfermizas sino una ominosa complicidad política, que conlleva un fin torcido y doloso: fustigar la economía, la estabilidad política y la paz social. Es decir, está más allá de cobrarle al edil de la capital su apatía u omisión para resolver la crisis.

Se entiende, la recolección de los desechos sólidos siempre ha sido un boyante negocio. No es un secreto, la venta del cartón, del vidrio, de envases de PET, es una rica veta. Tampoco es un misterio la recolección privilegiada en restaurantes y negocios, en donde hay lana de por medio. Que las últimas acciones pues, no se quieran maquillar con demandas genuinas. La crisis de la basura nos ha pegado a todos por igual. Unos en las calles y otros en sus hogares, seguimos ahogados en basura.

Algo bueno y rescatable debe dejar al ciudadano de a pie, la crisis que hemos vivido. La exigencia al gobierno estatal y municipal de acotar esos intereses políticos que se incuban detrás de esos reveses que golpean impunemente al ciudadano. Además, de la oportunidad que tienen las autoridades para copiar modelos de algunas ciudadades que manejan los desechos de manera sustentable y hasta rentable desde el punto de vista económico. Hay que darle vuelta a la hoja. (JPA)

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