Opinión 

El comentario de hoy, martes 28 de mayo2019

El miedo cerval de las autoridades para aplicar la ley, ha creado verdaderos monstruos de impunidad. Veamos algunos casos. En 2018, llegaron a Ciudad Judicial, un grupo de vecinos de Santo Domingo Teojomulco. Y arremetieron a pedradas en contra de empleados y empleadas cuyo único pecado es ganarse el pan, con su trabajo. La agresión llegó a niveles de cobardía inéditos. Cuando algunas empleadas buscaban escapar del secuestro impuesto, por las alcantarillas, a raíz del cierre de los accesos, los violentos prendieron fuego al pasto para asfixiarlas.

¿Y saben qué pasó? Pues nada. Los certeros tiradores de piedras con resortera, se regresaron a su tierra sin que nadie les tocara un pelo. La semana pasada ocurrió algo similar. Con poses de perdona vidas arribaron a la misma Ciudad Judicial, pobladores de Tezoatlán de Segura y Luna, presuntos militantes de un membrete, de ésos que abundan en la entidad: el Movimiento Agrarista Indígena y Zapatista (MAIZ). De igual manera, tundieron a varios empleados. Impunidad campante.

Toda agresión multitudinaria es en sí misma cobarde. Montoneros les llaman en los pueblos. Y es justamente la falta de castigo lo que ha hecho que estas bajezas se sigan cometiendo. Por ejemplo, el viernes pasado, el gobernador acudió a Santiago Yaitepec, para participar en un programa denominado “Tequio por la paz”. Los chatinos y quienes los manipulan no han entendido la lección, de que vale más vivir en paz que enconados con sus vecinos. ¿Y qué ocurrió? Que retuvieron en contra de su voluntad, es decir, un vil secuestro, a poco más de sesenta funcionarios y trabajadores del gobierno estatal.

Otro caso más: cuando creíamos que el conflicto que traen desde hace mucho, San Pedro y San Pablo Ayutla, con su vecino, Tamazulapan del Espíritu Santo, había entrado ya en un proceso de paz, autoridades municipales de la primera comunidad, desmintieron el acuerdo en el que ellas mismas habrían participado. No hace falta ser un Sherlock Holmes o Arsenio Lupin, para descubrir detrás, móviles y sujetos que se han empeñado en que el conflicto por el agua continúe.

No es pensar mal que existen sujetos que administran a conveniencia los conflictos. Tienen una bandera para negociar con el gobierno y una justificación para engañar a las comunidades. Si el asunto se resuelve vía diálogo o la conciliación, se acabó el negocio. Sería bueno exhibir a quienes con el afán de seguir obteniendo jugosas rentas, han enconado más a nuestros pueblos y le apuestan al derramamiento de sangre. (JPA)

Leave a Comment