Opinión 

El comentario de hoy, martes 20 de junio 2023

En su conferencia de prensa del lunes 12 de junio, el gobernador Salomón Jara dio a conocer la existencia del llamado: “Cártel del Saneamiento Financiero a Municipios”. Y sostuvo que, de 2017 a 2022, seis municipios: Cosolapa, San Juan Bautista Tuxtepec, San Pedro Mixtepec, Santos Reyes Nopala, Villa Tututepec de Melchor Ocampo y Oaxaca de Juárez, habrían recibido, sin comprobar, la nada despreciable suma de 837 millones de pesos.

Pero también habló de la inequidad y desequilibrio en el otorgamiento de recursos públicos. Unos sí recibieron a manos llenas; otros ni siquiera lo necesario. Y dejó entrever beneficios y “moches” a vivales rapaces, por lo que declaró que no habrá más intermediarios ni gestores. En ese paquete, con certeza, van dirigentes de organizaciones sociales y, obviamente, diputados y diputadas federales y locales que, con el ardid de “bajar recursos”, se llevan su buena tajada.

Se trata al menos de tres municipios gobernados por el PRI que, sin duda, podrían haber dejado buenas ganancias a los operadores políticos. En especial, insistimos, diputados locales. Es posible que el ejecutivo estatal ignore que no se ha descubierto el hilo negro de la corrupción. En el Congreso del Estado, desde que han sido mayoría, los y las diputadas de Morena conocen a la perfección el modus operandi de estos mecanismos de traficar con el poder.

Hay pruebas de legisladores que fueron en la pasada administración a golpear la mesa de funcionarios de la Secretaría de Finanzas, para obtener favores; para cobrar el pago por evento; para exigir aumento de presupuestos en municipios ubicados en sus distritos, a cuyos ediles ellos les llevan constructoras y contratistas, para recibir su “moche”. Esto es, en el “Cártel del saneamiento financiero a municipios”, la mayoría tiene la cola sucia.

Se habla mucho del préstamo de los 3 mil 500 millones que en 2019 le fue autorizado al ex gobernador Alejandro Murat. No será tarea difícil indagar cuánto le tocó de “moche” o pago por evento, a cada diputado o diputada. Y el reparto fue como es el sapo es la pedrada. Los que tienen cargos legislativos se cuecen aparte. En lo personal celebro que, en materia de recursos, el gobernador sea cuidadoso.

Porque aquí, tanto el PRI, Morena, Partido del Trabajo u otros, en materia de tráfico de influencias, conflicto de intereses y cobro de favores, como en terreno jabonoso: quien no cae, resbala. Hay que amarrarles las manos a todos, porque, aunque tengan en la boca el discurso de la lucha contra la corrupción y demás demagogia, cuando atisban el billete fácil se convierten en vulgares mercachifles. (JPA) 

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