El comentario de hoy, jueves 28 de septiembre 2023
Desde el inicio del gobierno de Salomón Jara advertimos que, para las tareas de la administración pública se requería un perfil mínimo de experiencia y conocimiento. Se percibió como un mal síntoma que áreas tan importantes tanto en el gabinete legal como el ampliado, se hayan asignado a activistas o a personajes, en pago a favores políticos. Insistimos: no es lo mismo ganar elecciones que la compleja tarea de gobernar.
Los problemas que han destacado los medios y las redes sociales en las últimas semanas, muestran el resultado de la inexperiencia, la soberbia y la indolencia, que priva en algunos servidores públicos de la Primavera Oaxaqueña. Es el caso de quien fue designada rectora de la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales, que ha generado problemas innecesarios a la gobernabilidad, como es la suspensión de las actividades académicas en dicha institución, marchas, protestas y hasta conatos de violencia.
Este régimen inició con una purga de servidores públicos, desde cargos modestos hasta niveles directivos del anterior gobierno. Es decir, se quiso borrar de un plumazo todo lo hecho bien o mal del antiguo régimen. Tal cual si la historia hubiera empezado el primero de diciembre de 2022 y no fuera ésta más que una etapa en el largo devenir de nuestra propia identidad oaxaqueña. Craso error, creer que los cargos públicos son patrimonio personal y no institucional.
Sin recato alguno, la mayoría se sentó en sus puestos echando fuera a muchos que sí sabían del manejo del área o dependencia. Es decir, no sólo llegaron con la ignorancia a cuestas, sino que, ni siquiera se dieron tiempo para aprender. Y a diez meses de la actual administración ahí van dando bandazos, sin iniciativas nuevas, arando sobre el mismo surco del pasado y poniendo en entredicho las metas que se ha propuesto su jefe, el ejecutivo estatal. Además, prendiendo infiernitos, propiciando toma de oficinas y bloqueos a calles y avenidas.
Hay dependencias y áreas que urgen de llamar a cuentas a los responsables. Ahí están los Servicios de Salud en el estado, que siguen sumergidos en la sospecha de que ahí prevalece la discrecionalidad, la incapacidad y hasta los negocios. O el Monte de Piedad, pieza fundamental para los programas asistenciales del Sistema para la Desarrollo Integral de la Familia, cuyo titular ha sido señalado de diversas anomalías e incluso, presuntos ilícitos. Y la ya citada rectora de la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales.
No hay que olvidar que el proceso electoral 2023-2024 arrancó formalmente el pasado 8 de septiembre y, con certeza, habrá quienes levantarán la mano y ser tomados en cuenta para las candidaturas de su partido, Morena. Incluso sin haber aportado nada al gobierno de la Primavera Oaxaqueña, más que su inexperiencia, incapacidad y falta de tacto para dirigir el área que les fue asignada. (JPA)