El comentario de hoy, jueves 27 de abril 2023
El pasado lunes 17 de abril, en su conferencia mañanera, el gobernador Salomón Jara dio a conocer una buena noticia. Finalmente, el gobierno estatal –que no el municipal- había logrado conseguir un predio, ubicado en la comunidad de San Lorenzo Albarradas, para la construcción del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos. Sin embargo, por lo que ha trascendido en los últimos dìas, dicho proyecto aún es objeto de obstáculos y negativas.
Es necesario ponderar la buena disposición de las autoridades municipales de la referida comunidad. No ostante, tal parece que ha hecho falta socializar el referido proyecto, convencer, explicar a la ciudadanía que ha puesto resistencia y atenuar las negativas que se han dado en las asambleas comunitarias como las de la Villa de Mitla, su agencia municipal, San José del Paso o San Isidro Roaguía. Que la premura o celeridad para resolver este complejo tema, no soslaye la obligada consulta comunitaria, tema fundamental en estos tiempos de la Cuarta Transformación.
Para los capitalinos y los 23 municipios conurbados, el tema del manejo de los residuos sólidos es fundamental. Hay plena conciencia también de que un relleno sanitario, como el que fue cerrado en jurisdicción de la Villa de Zaachila hace seis meses, nadie lo quiere cerca. Pero si se trata de un proyecto moderno, en donde se aplicarán tecnologías innovadoras y el aprovechamiento integral de los residuos, con la creación de fuentes de empleo y demás, con certeza será bien recibido. Pero eso se les tiene que explicar a las autoridades comunales, ejidales y municipales.
No hay que politizar el tema desde el mismo gobierno estatal. Tampoco estigmatizar a ediles que han reiterado que son sus pueblos y no ellos los que se oponen. Por el contrario, hay que sumarlos. Son ellos los que tienen el pulso de las inquietudes de sus pobladores. Y allanar el camino al proyecto mencionado con acciones firmes, como la solución definitiva del diferendo que tiene San Lorenzo Albarradas con su agencia municipal, San Isidro Roaguía, por el manejo del balneario natural “Hierve el Agua”. De poco ayuda pues, estar desgarrándose las vestiduras y buscando culpables reales o imaginarios. La voluntad política del gobierno estatal es evidente. Se trata de un tema relevante cuya solución se ha diferido de manera innecesaria, pues se viene arrastrando del régimen pasado y el gobierno municipal se ha encogido de hombros. Por ello, no hay que soslayar que sólo socializando el proyecto y convenciendo a las comunidades, puede ser exitoso y sentar precedente de una buena negociación. (JPA)