Opinión Portada 

El comentario de hoy, jueves 2 de octubre 2025

Sin ánimo de crítica a los proyectos que ya se cocinan para Oaxaca en el gobierno federal, de los que hizo mención la presidenta de México en su reciente visita, vale la pena mencionar algunos rubros que merecen pronta atención. Bienvenidos grandes proyectos como el hidráulico, hoy denominado “Margarita Maza de Juárez”, antes conocido como “Paso Ancho”.

Ya lo sabemos: en Oaxaca los proyectos de infraestructura son de muy largo plazo. La súper carretera al Istmo tardó más de 20 años en concretarse. Fue inaugurada en enero de este 2025 y hoy está intransitable, luego del derrumbe del túnel llamado “El Tornillo”, desde hace 4 meses. La vía Barranca Larga-Ventanilla no ha tenido mejor destino. Tardó poco más de 15 años. Y está en permanente reparación.Deslaves, derrumbes, bloqueos carreteros y casetas caras, son parte del infierno que viven automovilistas y pasajeros.

El proyecto hidráulico que ya mencionamos tuvo sus inicios por ahí del 2007. Fue aplaudido por la sociedad. Se trataba de asegurar el suministro de agua potable para la capital y municipios conurbados, por al menos 50 años. Durante los sexenios de Gabino Cué y Alejandro Murat, nada se supo del mismo.

Según funcionarios de aquella época, los estudios de factibilidad tuvieron un avance importante. Pero no se atendieron rubros trascendentales como el impacto ambiental o la problemática agraria que mantienen Sola de Vega y San Vicente Coatlán.

De los proyectos de Ciudad Salud y de construir nuevos hospitales, sin duda, esperamos que se concreten. Es un rubro prioritario del que urge el pueblo oaxaqueño, siempre que ello no vaya en detrimento de atender la crisis hospitalaria que se ha vivido desde hace algunos años. La falta de insumos, medicamentos, médicos y enfermeras, así como la dotación de los instrumentos necesarios para una buena operación.

De las obras carreteras, como la ampliación de la vía 200, de Pinotepa a Salina Cruz, por lo que ya hemos vivido, es mejor ser realistas y un tanto pesimistas. Tal vez sea un sueño del que habremos de despertar en dos décadas o más. Fue un acierto presidencial no mencionar la súper carretera Oaxaca-Tuxtepec. Tal parece que ha sido sólo un ardid publicitario o sólo parte del discurso político.

Oaxaca –y ello no es un secreto- ha vivido marginada de las prioridades de la Federación. Será por el costo elevadísimo que a cada obra le imprime la protesta y el chantaje de comunidades, autoridades locales y grupos de presión. Ahí se cifra parte fudamental de nuestro atraso y marginación. Privilegiar intereses particulares por encima del bien colectivo, nos pinta de cuerpo entero. Y el chantaje y la presión social, como hemos comentado en otras ocasiones, son la industria más rentable. (JPA)

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