Opinión 

El comentario de hoy, jueves 2 de marzo 2023

En éste como en el pasado régimen, se dejan escurrir en internet, sobre todo en el entorno del sector turístico oficial, encuestas de algunas publicaciones del país o extranjeras, tales como revistas de gastronomía y de viajes, para ubicar a la capital oaxaqueña y sus destinos principales, como los mejores. Hace poco menos de un año la tlayuda fue catalogada como uno de los mejores platillos. Recientemente, el quesillo fue ubicado en quinto lugar en una lista enorme de quesos producidos en Italia, Francia, Holanda, Alemania y otros países.

En años anteriores, la revista “Travel and Leisure”, ubicó a nuestra capital como uno de los destinos favoritos en el mundo. Otras publicaciones la han considerado como una de las ciudades más bellas de México y de Latinoamérica. No se diga las que difunden la riqueza gastronómica. Nuestra variedad y originalidad en ese rubro, ha conquistado los paladares más exigentes, aunque para los críticos, aún les falta a nuestros chefs y cocineras tradicionales para ubicarse entre la mejor cocina en el mundo.

Es más, en otro rubro, Oaxaca es visto como un escenario ideal para la promoción de inversiones. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, es una gigantesca puerta para recibir capitales nacionales y extranjeros, que promuevan el desarrollo regional y la necesaria creación de empleos. Hoy que está de moda la apertura para la fabricación de automóviles “Tesla”, del magnate Elon Musk, en opinión de expertos la zona istmeña sería ideal, justamente por su cercanía con los dos océanos.

Sin embargo, pese a la ubicación estratégica de nuestra zona istmeña, hay un factor que inhibe y habrá de inhibir cualquier intento de desarrollo: la inestabilidad política; el chantaje de organizaciones y grupos; los bloqueos carreteros y la extorsión. El mejor ejemplo del fracaso de una política de apertura son las empresas que generan energía eólica. No sólo han estado bajo el bombardeo mediático y la descalificación del gobierno de la República, desde el podio mañanero, sino bajo acoso de organizaciones sociales y grupos criminales. Oaxaca lo tiene todo, en efecto, como lo ha dicho el gobernador Salomón Jara, pero en tanto existan estas prácticas abominables, todo el potencial que tenemos bien se puede ir a la basura, si no se aprovecha para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. No es pues sólo con diálogo como se puede meter en razón a dirigentes, maestros, normalistas, triquis beligerantes o instrumentos de chantaje perpetuo, sino con la fuerza del Estado. No hay duda que muchas miradas están puestas en la entidad, en el sector industrial, turístico, energético o agropecuario. Pero de seguir así, vale más resignarse que cambiar el estado de cosas. (JPA)

Leave a Comment