Opinión 

El comentario de hoy, jueves 2 de junio de 2016

ebento Alejandro

Terminaron las campañas y todo el circo, maroma y teatro que llevaron consigo. Salvo las que realizaron los candidatos a la gubernatura y contados aspirantes a las curules en el Congreso, del resto poco se supo. Hace años dijo el escritor Cristopher Domínguez Michael, que en tiempos electorales, los candidatos se venden como si fueron detergentes biodegradables o remedio para las agruras. Son los efectos de la publicidad; de los medios; del llamado marketing.

A lo largo de casi dos meses, nuestra endeble paz social se vio asimismo alterada por trascendidos, rumores y filtraciones. La guerra sucia en su expresión más burda. La guerra de lodo para descalificar al de enfrente. En algunos medios impresos se vio una saturación de imágenes, de mensajes, de actos deslucidos a veces y otras, faraónicos. Promesas, muchas promesas. Dos debates que no fueron tales, sino una exposición de buenos propósitos, de buenas intenciones.

Cada quien fue y vino; dijo o refutó con absoluta libertad y en un ambiente de equidad. Los gastos excesivos de campaña ya los habrá de sancionar el árbitro electoral. Sin embargo, el momento de la verdad está a sólo unos días. La cruda realidad de las urnas en donde el ciudadano votará libremente. Ya no las encuestas, las mediciones, los sondeos de opinión. El sufragio es la máxima expresión de la voluntad ciudadana que se da en secreto, ajeno totalmente a las redes sociales y el impacto mediático; del escarnio público o la autocomplecencia.

estefan - josefina mota

Lo hemos dicho con insistencia: Oaxaca merece otro destino. Ya basta de funcionarios corruptos y de falsos redentores social; ya basta de demagogia encubierta en lucha social y ficciones mesiánicas. Por ello es importante participar en la jornada electoral, abatir el abstencionismo y la abulia ciudadana. Está en nuestras manos cambiar el rumbo de esta nave que es Oaxaca, que desde hace mucho ha ido dando tumbos; que cada seis años amenaza con hacer agua.

Nada se logrará, tengo la certeza, recrearnos en la conmiseración de que el que venga será igual. Hay que darle el beneficio de la duda. Las última encuestas apuntan hacia sólo dos candidatos que puntean, sin discriminar al resto de cinco aspirantes, que han mostrado que sus expectativas son más limitadas. De ahí surgirá una vez que la voluntad mayoritaria de la ciudadanía lo defina, el gobernador del estado, los diputados locales y los presidentes municipales.

Para ello, es necesaria y urgente la participación de la ciudadanía, pero despojada de prejuicios y de intimidación; de la mala influencia de los rumores y descalificaciones. Hay que sacudirse la gravitación de esos que pregonan el odio y el encono social; de esos vende-patrias que golpean con la izquierda pero cobran con la derecha. (JPA)

benjamin-robles-montoya campaña

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