El comentario de hoy, jueves 19 de mayo, 2016
Una de las causas por las que Oaxaca ha pervivido en el estancamiento económico y el atraso social, es la forma en la que lejos de alentar la unidad y la reconciliación, partidos políticos, organizaciones, sindicatos y demás, por el contrario, han animado las diferencias, el encono y el odio. Hasta este momento, no hemos escuchado en el mensaje de los candidatos a la gubernatura un solo mensaje, que haga un llamado a la unidad de los oaxaqueños; que busque a través del proselitismo político, la anhelada reconciliación entre todos.
El pueblo oaxaqueño no ha superado el fantasma del 2006. Prevalece la polarización, el encono social. Hoy, desafortunadamente, con motivo de la sucesión gubernamental se advierten síntomas del pasado: familias pulverizadas con intereses políticos contrapuestos; la migración de militancia de un partido a otro; la tránsfuga de izquierda a derecha o viceversa, pero sobre todo, en muchos casos, el juego doble.
También ha aparecido la ruta de la violencia electoral, como el sonadísimo caso de la candidata de la coalición CREO por el municipio de Juchitán de Zaragoza, Gloria Sánchez, que recibió una muestra del repudio que la COCEI tiene en algunas comunidades, como Álvaro Obregón. Eso sí –como dijo un colega en su cuenta de twitter- todo mundo condenó la agresión pero nadie abre la boca para condenar las ejecuciones criminales, como la ocurrida la semana pasada, en la que hubo cinco víctimas, incluido un pequeño de seis años al que le fue decretada muerte cerebral. Para esa violencia hay silencio, sobre todo oficial.
El panorama electoral con estas premisas se advierte complejo y problemático. Hay varias comunidades con serios problemas políticos al interior, lo mismo en La Cañada que en la Mixteca. Igual en Miahuatlán de Porfirio Díaz, en donde las arcas municipales parecen haber devenido cuentas personales de los ediles, o San Pedro Mixtepec, sumergido en la corrupción y los malos manejos del presidente municipal.
Desde luego que no son las únicas comunidades. Hay detectados al menos veinte focos rojos u otras poblaciones, en las que la amenaza de no instalar casillas prevalece, a pesar de los buenos oficios tanto de la Secretaría General de Gobierno como del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana. Y ello en medio de un discurso de los candidatos alentando más el encono, el odio y las diferencias y de los estertores del magisterio, que persiste en reanimar las viejas prácticas del bloqueo y el plantón, con certeza financiadas por algunos de los contendientes. (JPA)