2018-2022: La disputa por el senado
Isidoro YESCAS
En las elecciones concurrentes de este año Oaxaca no será un estado en donde debamos elegir al gobernador del estado, pero nuestro voto sí contará para la elección de los senadores que, en la vieja tradición del sistema político mexicano, se ha constituído en la antesala natural para todo político que aspire a gobernar su entidad.
Es un regla no escrita que, con el paso del tiempo se ha roto, pues, solo para ejemplificar, bastaría recordar que en lo que corresponde a nuestra entidad, en el 2016 el candidato de la coalición gobernante (PRD-PAN) no fue un senador sino el diputado federal del PRD, José Antonio Estefan Garfías. Y en el caso del PRI, el candidato triunfador, Alejandro Murat, ni siquiera había ocupado un cargo de elección popular pues su carrera estaba estrechamente vinculada a cargos en la administración pública federal y estatal, y en este último caso, en el Estado de México.
Hoy, de las fórmulas de mayoría relativa que están en disputa entre las tres coaliciones electorales, es muy claro que quienes con mayor claridad apuestan todo para ganar la elección y así tener el pase para el 2022 son Raúl Bolaños Cacho Cué, Hector Pablo Ramírez Puga y Salomón Jara.
El primero, como se sabe, forma parte del proyecto transexenal del muratismo que pretende perpetuarse para el próximo sexenio por la vía de un nuevo cachorro formado en la escuela política del grupo Atlacomulco, con raíces familiares vinculadas estrechamente a la vallistocracia oaxaqueña y que le apuesta a ganar la elección confiado en el apoyo de la estructura del aparato gubernamental y en los recursos materiales y económicos que estarían fluyendo desde el gobierno del estado y el gobierno federal. Sin tomar en cuenta que el PRI ya perdió su condición de partido hegemónico y que por vez primera hoy enfrenta una severa crisis de credibilidad y liderazgo social así como una marcada fragmentación en sus estructuras regionales, Bolaños Cacho Cué ha empezado a jugar con las viejas reglas que antaño legitimaban dudosos triunfos de los candidatos del PRI-gobierno: el dispendio publicitario y de recursos humanos, la demagogia y las promesas de siempre.
Sin quitarse totalmente la camiseta tricolor, o más bien, transitando la temporada electoral con los colores amarillo, naranja y azul, para regresar, si el voto popular lo favorece, a su punto de origen, Hector Pablo Ramírez Puga tiene la ventaja de contar con estructura propia,forjada desde los altos cargos que ha recorrido en la administración pública estatal y federal,y con un potente respaldo financiero y aparato publicitario.
Político conservador y pragmático , HP supo burlar o fingir un ruptura con la cúpula tricolor para, sin abjurar de sus complicidades con Peña Nieto , pactar con el CEN del PRD la candidatura al Senado y así estar en condiciones de disputarle al priísmo muratista los votos y la clientela puestas ya al servicio de Raúl III, descuidando hasta ahora arroparse y caminar junto con las dirigencias y la militancia del PRD o del PAN.
Desde el centro-izquierda, Salomón Jara lleva la ventaja que es su segunda vuelta por la misma pista, pues ya en el 2016 , como candidato a gobernador por Morena, le estuvo pisando los talones al candidato del PRI, Alejandro Murat. Este antecedente, así como el hecho mismo que Morena es hoy en Oaxaca segunda fuerza electoral y con todas las posibilidades de imponerse al PRI por el factor López Obrador ,colocaría a Jara con mayores probabilidades de triunfo que sus adversarios de las otras dos coaliciones electorales que,en todo caso, estarían disputando la primera minoría.
Sin embargo, a Jara lo persigue su cuestionado desempeño como funcionario en el gabinete de Gabino Cué , la distancia que suele tomar de la militancia de Morena , sus pactos y arreglos no siempre transparentes con otras expresiones políticas, sociales y sindicales en la definición de candidaturas y un liderazgo político de bajo perfil.
Habrá que esperar ahora, con todos estos antecedentes, quién de los tres aspirantes demostrará mayor inteligencia, habilidades y capacidad organizativa para desarrollar una buena campaña, cometer menos errores y así ganar la elección para luego seguir corriendo por la pista del 2022.
Y esta parada ya tiene fecha y será el domingo primero de julio.
Twitter: @YescasIsidoro
Abril 5 del 2018.